Entre cinco y diez millones de personas en el mundo sufren Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa que causa rigidez muscular, dificultad para iniciar movimientos o falta de equilibrio, entre otros síntomas. Por su parte, y según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 132.000 casos de melanomas son diagnosticados cada año.
Seguro que al leer esto te preguntas el por qué de estos datos. Aunque parezca extraño, ambas enfermedades podrían estar relacionadas. Según un análisis de estudios realizados por el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Medioambiental de Estados Unidos y difundido recientemente por Neurology, ambas podrían tener en común factores de riesgos genéticos o medioambientales.
Según la investigación, los hombres con Parkinson tienen el doble de posibilidades que el resto de la población de contraer un melanoma, mientras las mujeres en la misma situación son 1,5 veces más proclives.
Estos datos ponen en situación de alarma a las personas con Parkinson, especialmente durante los meses de verano. Por ello, aconsejamos tener un cuidado exhaustivo en sus exposiciones al sol, siempre acompañadas con cremas protectoras y durante pocas horas, acudir periódicamente al dermatólogo y realizarse autoexploraciones cada cierto tiempo para una detección precoz.