‘Puro Arte’ trata de acabar con el estigma que pesa sobre las personas con enfermedad mental

La pintura 'Sollozos', de un paciente de Valladolid, ha sido reconocida con el primer premio del concurso
Foto: Puro Arte

Dicen desde la Asociación Pro Salud Mental de Burgos (Prosame) que

El arte se utiliza como terapia para enfermedades mentales desde hace muchos años, ya que ayuda a relajarse y sirve para que las personas con estas patologías se expresen y creen algo de lo que se puedan sentir orgullosas, ayudándoles así, además, en su integración social

Y también comentan, concretamente la gerente de esta asociación, Rosa Salas, que:

El arte es una vía de escape para estas personas y una manera de acercar su enfermedad a la sociedad y, así, de romper el estigma que sufren

No sé, en mi humilde opinión, el primer párrafo debería aplicarse a todas las personas, no sólo a las que padecemos una enfermedad mental, y el segundo, sería estupendo que fuera real, es decir, que por el mero hecho de pintar cuadros, las personas con enfermedad mental pudiéramos, definitivamente, acabar con el desafortunado estigma que, lamentablemente, pesa sobre nosotros.

Voy a hacer un poco de abogada del diablo, lo sé, pero, ojalá que con la simple creación de un cuadro, las personas que nos ‘temen’ por su propia ignorancia respecto a nuestra enfermedad (que desgraciadamente no son pocas), cambiaran de opinión respecto a nuestro ‘colectivo’.

Pero, no nos engañemos, el simple hecho de que vean una obra creada por nosotros, más o menos bella, ya que no todos pintamos bien y esto es muy subjetivo, no va a cambiar esa opinión sobre nuestra mal conferida agresividad y el miedo a que perdamos la cordura tan fácilmente. Bendito remedio sería este de que nuestro ‘juez’, léase casi todo el mundo, esa persona que tiene tan mala opinión o tanto miedo de las personas con enfermedad mental cambiara de perspectiva por el mero hecho de ver una simple creación nuestra.

En fin, queda muy bonito decirlo y sé que la intención de Prosame es buena, pero la lucha por acabar con el estigma que las personas con enfermedad mental llevamos en nuestras espaldas es mucho más dura de lo que uno pueda imaginar desde fuera y conlleva, por descontado, la educación de las personas en escuelas, familias y, muy especialmente, en los medios de comunicación para derribar ese falto mito que nos persigue de que somos agresivos y/o peligrosos. Vamos que hay que concienciar y que necesitamos toda la ayuda posible para que desaparezca tanto prejuicio.

Y es que el otro día, justamente, una persona allegada me contaba que los padres de un amigo suyo jovencito le habían prohido salir con una chica que sufre un trastorno bipolar, como yo, porque piensan que si su hijo convive con ella bajo el mismo techo, lo mismo un día la joven pierde la cabeza, coge un cuchillo y le mata. Y qué valiente mi marido, Jeroen Völkers, todo hay que decirlo que, quizás solo por amor, asume el riesgo cada día.

Sí, la conclusión de evitar por parte de esos progenitores que su hijo saliese con una persona con enfermedad mental debió de ser algo así como ‘quien evita la ocasión, evita el peligro’. Vaya, parece que todos los asesinos del mundo sufren una enfermedad mental, y no es así, señores, no es así, que lo desmientan los profesionales, los doctores y, sobre todo, los medios de comunicación que son, y lo subrayo con mucha intención, los que han contribuido y siguen contribuyendo a crearnos tan mala fama.

Y dicho esto, que me ha servido justamente para, desde esta pequeña tribuna, alzar la voz y, efectivamente, sumarme al objetivo de Prosame y la Fundación AstraZeneca de tratar de acabar con este estigma que nos ahoga y, de paso, conseguir nuestra integración social, abordo, ahora más directamente lo que, en principio, me movía a escribir este artículo y que no es otra cosa que animar a todo el mundo que pase por Burgos a visitar la exposición que reúne las obras que han participado en el V Concurso Nacional de Pintura ‘Puro Arte’ y que se mostrarán hasta el próximo 27 de noviembre en la Sala de Exposiciones del Teatro Principal de Burgos.

La iniciativa persigue convertir en protagonistas por unos días a las personas que con una enfermedad mental se han atrevido a concursar en este certamen para compartir su arte, un arte que, según me apuntan desde la organización de ‘Puro Arte’, se incluye dentro del género conocido como ‘Art Brut’, que refleja estados mentales de sentimientos extremos y realidades abstractas.

De esta manera, me cuentan lo que organizan la propuesta cultural, los artistas, que en este caso son pacientes con enfermedades mentales, experimentan, por lo visto, un proceso creativo diferente al arte cultural y de ahí que los mensajes transmitidos en las obras que se exponen en esta exhibición estén “muy relacionados con el punto de vista psicológico y representen los secretos del sujeto”. Y es que, aseguran, se trata de “un arte muy íntimo que muestra sueños individuales y representa las realidades sin basarse en representaciones convencionales”.

Y sí, puede ser muy cierto que con este lustro que hace ya que se celebra este concurso nacional de pintura “Puro Arte” para personas con enfermedad mental, ellos, nosotros, nos podamos sentir “protagonistas de algo bueno y bello, los dos criterios que definen el amor y la felicidad”, según afirmaba Platón. De hecho, yo, ahora que viene al caso, lo intenté el año pasado y mandé dos obritas realizadas con mucho primor, pero no gané, me dijeron, cuando llamé para enterarme de qué habían pensado sobre mis creaciones los jueces del concurso, que les habían resultado “demasiado místcas”. Bueno, otra vez será.

Por otra parte, antes de terminar este artículo, insistir en la maravillosa, al menos a mí me lo parece así, intención de esta iniciativa y que no es otra de la de luchar o provocar, tanta falta nos hace, que “cambie la forma en la que la sociedad percibe a las personas con enfermedad mental, con menos miedo, más normalidad, como personas que son –somos-, capaces de disfrutar de la vida, de sus actividades creativas y de sus premios”.

En fin, artistas o no, eso es lo de menos, lo importante es que algunos de nosotros (e insisto que esto de expresarse mediante el arte debería ser prescrito para todo ser humano, padezca una enfermedad cualquiera, mental o ninguna) logremos mediante la expresión artística clarificar, sanar nuestra mente y, esto es lo importante, vivir una vida normal, que se puede, ordenada, saludable y llegar a realizarnos como personas, apoyados por nuestras familias y nuestro entorno, queridos –que nos hace tanta falta-, comprendidos, respetados y completamente integrados en todos los sentidos y sin despertar esos temores que nos circunscriben al gueto de los frikis y monstruos varios que, obviamente, no somos.

No lo olvidéis, pasad hasta el 27 de noviembre por el Teatro Principal de Burgos a ver la exposición ‘Puro Arte’ y comprobad la calidad artística de muchas personas con enfermedad mental. También os advierto que os podréis encontrar con obras realmente horrendas, que el año pasado –a mi juicio personal- las había, y es que resulta que en el colectivo de las personas con enfermedad mental hay de todo, como en botica, personas con un don para pintar y personas que no, seguramente, en el mismo porcentaje que ocurre con las personas en general, sin dolencia alguna.

En este sentido, aprovecho para recordar que esto mismo ocurre al porcentaje de asesinos potenciales y no que existe en nuestro colectivo. Es exactamente el mismo que en el grupo de personas en general, sin dolencia alguna. Así que que cada lector reflexione y entienda lo que queda aquí escrito. Y si no lo creéis… tirad de estadísticas y salid de dudas.

Y es que entre nosotros, personas con enfermedad mental, afortunada o desgraciadamente, se reparten las virtudes y los defectos en la misma proporción que entre todos los demás. Y es que Dios, para el que sea creyente, no nos distingue ni positiva ni negativamente sobre el resto de mortales, simplemente nos ha dado el camino de la enfermedad para aprender y que enseñemos con nuestro ejemplo vivo.