La imagen de la semana: voces por un futuro sin sida

Paciente MSF en el programa de Sida pediátrico de Zimbabue, hospital de Bulawayo. Nozipho opina que “Nadie es realmente consciente de que es positivo hasta que no es capaz de decirlo él mismo”. Su mayor deseo sería que “el hada mágica se llevara el virus de la vida de otras personas”.
Foto: © Juan Carlos Tomasi/MSF

Con música, la vida es más fácil. En todas partes. También en Zimbabue. Allí hay una alta prevalencia de VIH/sida. Allí, Médicos Sin Fronteras (MSF) –que ofrece tratamiento a más de 34.000 personas en el país, muchas de ellas, niños y adolescentes– utiliza la música como medio de sensibilizaciónpara explicar a los afectados y sus familias que no están solos, que hay tratamiento para estabilizar la enfermedad y que hay que combatir el estigma.

Los coros de estos grupos de apoyo, formados en su mayoría por zimbabuenses que tienen la enfermedad y están en tratamiento, representan un ejemplo a seguir porque transmiten una actitud abierta y positiva ante el VIH/sida. Así, las canciones, melodías y ritmos de estos coros explican que la unión hace la fuerza y que, con tratamiento, hay un futuro y una vida por delante.

Coro MpiloTeenClub – En “Positive Generation”, Ali Amr y Alejandro Sanz cantan “Generación Perdida” junto a este grupo de jóvenes que recibe tratamiento en el hospital de Mpilo. Formado en 2004, es el único grupo de apoyo de adolescentes con VIH en Bulawayo. El grupo participa en actividades psicosociales y de ocio adaptadas a las características y necesidades de su edad y de su estado de salud. En este grupo participan más de 300 chicos y chicas agrupados según sus etapas de desarrollo.
Foto: © MSF

Con el proyecto musical Positive Generation, MSF utiliza exactamente esta misma estrategia de sensibilización que se extiende cada día por los caminos y carreteras de Zimbabue, y la lanza al mundo.

Con Positive Generation, un grupo de artistas nacionales e internacionales –de la mano de Alejandro Sanz y el productor y compositor Javier Limón– han usado como base la música y los coros de estos grupos zimbabuenses. Una extraordinaria labor de fusión musical, en la que talentos y ritmos de aquí y de allá forman una innovadora serie de piezas únicas que nos siguen hablando de la voluntad de acompañar, vivir y luchar, sobre la determinación de seguir adelante y, juntos, conseguir tratamiento para todo aquel que lo necesite.

- Coro Dombo School – Juan Luis Guerra une su voz a las de los niños de la Dombo School en “Positive Generation”, el disco para un futuro sin sida de MSF. Esta escuela de primaria es conocida por expresar su interés en la salud a través de la música y la danza tradicionales, y ha llamado la atención de muchas organizaciones. En días especiales, el coro también realiza actuaciones para su comunidad.
Foto: © MSF

MSF ofrece tratamiento antirretroviral a más de 34.000 personas con VIH/sida en Zimbabue y a 183.000 en todo el mundo (cifras 2010). Todos los ingresos de Positive Generation se destinarán a tratar a personas con esta enfermedad en África.

Canciones por un futuro sin sida

Sobre el escenario de la pandemia del sida en África, el proyecto Positive Generation es el resultado de un afán por ir más allá del drama humanitario para darle voz y espacio a las personas que viven con el VIH y que son la prueba de que, con tratamiento, una buena vida es posible.

Melodías y ritmos entonados por una generación de gente que convive en positivo con la enfermedad y que, a través de sus cantos, está decidida a contar y enseñar sus mejores recetas para luchar no solo contra el virus sino también contra el miedo, que es muchas veces el enemigo más tenaz.

Canciones que son sin duda la mejor forma de comunicar, en un entorno donde todavía los mitos y leyendas pesan más que la ciencia, y donde el virus aún estigmatiza y aísla a quien lo porta.

- Coro Silethemba - Las composiciones de Ali Amr y de Tino di Geraldo junto a El Bicho se basan en las canciones del coro Silethemba. Comenzó como un grupo pequeño de mujeres con VIH/sida en una comunidad donde había mucho estigma y discriminación, de modo que se reafirmaron nombrando a su grupo de apoyo Silethemba, que significa “tener esperanza”. El grupo empezó en 2005 con unos 10 miembros y actualmente presumen de contar con dos subgrupos de más de 30 personas cada uno.
Foto: © MSF

Voces que hacen bandera del vitalismo y la superación, y que son de algún modo una celebración colectiva de lo que se consigue cuando se convierte a cada persona en una lucha, sin permitirse caer en el fatalismo de las bajas asumibles.

Coros sobre los que después cada uno de los artistas que forman parte de este proyecto, desde su mundo, y con voz y armonías propias, tejen canciones que tienden puentes de ida y vuelta para quedar así convertidas en los mejores altavoces posibles.

Altavoces necesarios, pues, superada ya la retórica catastrofista que insistía en la imposibilidad de tratar el sida en los países pobres, lo que tenemos enfrente es una realidad en la que miles de personas, con su vitalismo y entusiasmo, nos están enseñando que no solo el tratamiento es posible, sino que lo que queda por delante puede y debe ser una vida plena.

Personas que nos cantan y cuentan sobre una realidad siempre fuera de los focos y que,  haciéndote sentir parte de ella, te invitan a ti, que escuchas y ahora ya sabes, a unirte a esta generación positiva para así compartir sus retos y desafíos.

La enfermedad en el mundo

•    A día de hoy, el sida mata a 10 veces más personas que las guerras.

•    El sida es una de las mayores catástrofes humanitarias de la historia, si tenemos en cuenta el número de afectados.

•    Actualmente hay 34 millones de personas con VIH/sida, de los cuales 3,4 millones son niños menores de 15 años. Más de dos tercios de estas personas viven en África subsahariana.

- MSF Bulawayo - Una doctora de MSF pasa consulta a Focus Dube en el hospital de Bulawayo, donde MSF centra su trabajo en la atención de niños y adolescentes con VIH, así como en programas para evitar la transmisión del virus de madres a hijos. A finales del pasado año, MSF trataba a en Bulawayo a 4.079 pacientes VIH-positivos.
© Juan Carlos Tomasi/MSF

•    Pese a las mejoras en las medidas de prevención, solo en 2010 hubo 2,7 millones de nuevos infectados, de los cuales 390.000 fueron niños.

•    Hay 14,2 millones de personas, incluidos 1,5 millones de niños, que necesitan tratamiento urgente, pero menos de la mitad (6,6 millones) y apenas 420.000 niños tienen acceso al mismo**.

•    Nadie debería morir de una enfermedad que tiene tratamiento, sin embargo en 2010 el sida mató a cerca de 1,8 millones de personas, de las cuales 250.000 eran niños.

•    En Zimbabue, 1 de cada 7 adultos y 150.000 niños están infectados de VIH.

•    Estudios recientes demuestran que, mediante la expansión del tratamiento, se reduce la transmisión del virus. Por tanto, además de salvar vidas, el tratamiento previene el contagio.

•    Entre 2001 y 2010, el porcentaje anual de nuevas infecciones por VIH descendió cerca de un 15%.

•    Los alentadores avances de la lucha contra el sida, que permitían pensar en un futuro sin VIH, están en peligro ya que los países donantes están retirando su apoyo, amenazando no solo futuras mejoras, sino también lo ya logrado.

•    El retroceso financiero es tal, que el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, que lleva una década liderando la batalla contra la pandemia y financia actualmente la mitad de la cohorte mundial de pacientes, se ha visto obligado a suspender su siguiente ronda de reposición de fondos.

Hoy, Día Mundial de la lucha contra el sida, nos unimos a esta causa y desde aquí felicitamos iniciativas tan llenas de «alma» como esta.