El pasado día 7 de febrero se celebró en Madrid el Congreso Nacional «Joven y en Red», una oportunidad única para escuchar todo lo que tenían que decir los más jóvenes y los más entendidos en el mundo de la tecnología y de internet. Un encuentro del que fue testigo nuestro compañero Pedro García Gallego del Departamento de Proyectos Educativos, y así nos lo cuenta:
8.02.2012- Madrid. Ayer con motivo del día de la Internet segura, se desarrolló el primer Congreso Nacional «Joven y en Red» organizado por la Asociación Protegeles, bajo el lema «Conectando Generaciones». El principal atractivo de esta iniciativa radicaba en que los protagonistas del evento eran jóvenes, de edades comprendidas entre los 11 y los 15 años de edad. Tras una breve introducción de Victor Calvo-Sotelo, Secretario de Estado de Telecomunicaciones y la presentación del acto por parte de Guillermo Cánovas (Director de Protegeles) organizador del acto, comenzó lo más interesante.
La primera de las mesas redondas cuestionaba si es posible superar la brecha existente entre padres e hijos en el entorno tecnológico actual. Patricia (15 años) dejó claro que «los mayores no utilizan todas las prestaciones que ofrece la tecnología al contrario que los menores» y curiosamente estos últimos rara vez se han leído un libro de instrucciones. No obstante era optimista de cara al futuro al pensar que «la brecha irá disminuyendo cada vez más«.
Marta (12 años) tiene claro que «los jóvenes buscamos la diversión y nos gusta investigar» pero no se olvidaba de advertir que «los mayores nos pueden ayudar a prevenir los riesgos«. Por su parte a Daniel (12 años) le parece bien «que los mayores se pongan al día con la tecnología, pero no demasiado porque me da miedo de que miren lo que hablo con mis amigos«.
Para Jose Antonio (12 años) un teléfono móvil con internet es muy útil para cuando estás enfermo en la cama, porque no te aburres. Además cree que «internet no es incompatible con los adultos, porque internet no hace distinción de edad«.
Por último, en esta primera mesa de debate, Antonio (14 años) propuso «que sean los jóvenes los primeros profesores de los adultos y así mentalizarles de la facilidad de su uso y ayudarles a quitarse el miedo«. También apuntó que «los más mayores podrían combatir mejor su soledad si aprendiesen a chatear desde sus casas, como ya están haciendo algunos de ellos«.
En la segunda mesa de debate bajo el título de «Nosotr@s y las redes sociales» se cuestionaba el papel que concede la sociedad actual a las redes sociales y su participación en las mismas. El moderador de esta mesa fue Sebastián Muriel (Vicepresidente de Tuenti) que se llevó la mayor ovación de un auditorio, compuesto por casi un millar de escolares.
Tras una proyección de datos demoledores sobre el creciente e imparable protagonismo de las principales redes sociales en nuestras vidas, otros cinco valientes tomaron la palabra. La primera de ellas fue Margarita (15 años) que se preocupó en tratar de definir correctamente el significado de privacidad, con el objetivo de proteger nuestra intimidad. Ella piensa que «muchas veces colgamos información intima para llamar la atención«. Sin embargo, nos puso en alerta a todos los asistentes ya que «cuando colgamos algo en la red, ya no somos dueños de ello» y además ella cree que «la mayoría de las veces tenemos demasiados amigos agregados, con los que nos es imposible comunicarnos al mismo tiempo«.
Patricia (15 años) nos recordó que «si quieres entrar en una red social debes aceptar sus condiciones» y también que «si los propietarios de esa red social deciden cambiar las condiciones de privacidad, lo hacen sin pedir permiso a los usuarios y sin ni siquiera informarles de ello«.
Para Aitor (14 años) es importante destacar que «internet no es anónimo» y que «no deberíamos hacer cosas en internet que no haríamos en la calle«. Este joven, además quiso resaltar que «en las redes sociales es muy fácil suplantar la personalidad de otra persona y que también se practica el bulling«. Por último, Aitor advirtió que «una adicción a las redes sociales, te impide poder hacer otras muchas cosas«.
Carmen (13 años) es una firme defensora de las redes sociales, porque piensa que «los jóvenes necesitamos contar rápido como nos sentimos y que la gente se entere«. Además cree que «si no usamos las redes sociales nos estamos marginando«. Ella piensa que «en las redes cada uno puede crear un prototipo de cómo le gustaría ser» y que «los jóvenes necesitamos un sitio donde expresarnos». Carmen, también tiene muy claro que «las redes sociales son una medida de popularidad y confiesa haber llegado a realizar hasta 250 comentarios en un sólo día«.
La última en tomar la palabra en este interesante debate, fue Andrea (15 años). Ella nos advertía que «cuando subes algo a una red social (comentario o foto) pierdes los derechos que pudieras tener sobre ello«. Andrea reclamaba el «derecho al olvido» y explicaba que «cuando alguien decide darse de baja de una red social, debería tener derecho a desaparecer y no dejar rastro». Para cerrar su intervención, nos planteaba una pregunta «¿para qué quieren nuestros datos las redes sociales?»
La tercera y última de las mesas redondas de este educativo Congreso estaba denominado «Nosotr@s y los móviles de última generación». El invitado a moderar esta mesa fue Francisco Prieto (Director de CTIC) que disfrutó al igual que el resto de los oyentes, con los comentarios de los cinco jóvenes que debatieron sus opiniones. En primer lugar tomó la palabra Noelia (15 años) comentando que a ella «le gustaban los smartphones, porque es como jugar con un mando de la Play«. Además «nos enteramos de todo de una forma rápida, segura y gratuita porque nos gusta estar a la última«.
Alvaro (12 años) comenzó su intervención lanzando una pregunta «¿que aportan los smartphones a la sociedad?» y el mismo se respondía diciendo que «el smartphone es un estilo de vida y por lo tanto no se le puede considerar una moda«.
Para Julio (11 años) «todo cabe en el smartphone y gracias a ello – decía – me siento una persona permanentemente comunicada«. Julio tiene muy claro, que hoy en día, «los adultos pueden salir sin corbata a la calle, pero no pueden salir sin teléfono«. Además, también cree que «un smartphone es la herramienta más útil que puede tener un estudiante en la mano» y está deseando que los colegios incorporen su uso en las aulas.
El cierre de esta mesa, le correspondió a dos estudiantes de un colegio de Barcelona. Pol y Carlos (ambos de 15 años) defendieron de forma conjunta y muy brillante la importancia de la seguridad ante los ataques cibernéticos. Ellos creen que «en este mundo está todo conectado y por lo tanto, todo puede ser atacado«. Bajo su punto de vista «la plataforma de móvil Android será la más atacada en 2012» y también nos ponían en alerta ante la posibilidad de que «hoy un ataque puede hacerse de forma más fácil y más rápida, en cualquier lugar del mundo y en cualquier momento«. Quisieron destacar que «Barcelona, en 2013, será la capital del teléfono móvil a nivel internacional con todos los beneficios económicos que ello conlleva» y cerraron su intervención dejándonos una reflexión sobre los smartphones con conexión a internet, que necesitan a la red eléctrica para enviar y recibir datos. «¿Está preparada la red eléctrica para soportar un ataque cibernético?» Ellos mismos respondieron diciendo que «alguien con conocimientos informáticos podría apagar la luz«.
Fue sin duda un brillante cierre a una jornada diferente, en la que tanto los que utilizaron los micrófonos como la mayoría de quienes les escuchaban (todos menores de 15 años) nos dieron buena muestra de una educación y comportamiento ejemplar, que sería recomendable que imitasen muchos adultos. Estos jóvenes nos dejaron claro con sus intervenciones que sabían muy bien de que estaban hablando y que necesitan espacios donde se les escuche, porque tienen mucho que aportar y enseñar a los adultos. Es muy probable que con su ayuda (como reclamaba en la clausura del acto Guillermo Cánovas) la brecha digital que nos separa de ellos, sea cada vez mucho menor y así el objetivo de «conectar generaciones» pueda hacerse realidad.
Enhorabuena a los organizadores, por iniciativas tan interesantes y necesarias como éstas, en las que hemos aprendido que necesitamos ayudarnos para romper barreras.
Pedro García Gallego.
Trabaja en el Departamento de Proyectos Educativos de Obra Social Caja Madrid