Un informe publicado recientemente por la Comisión Europea explica cómo los países más eficientes han logrado transformar el problema de la eliminación de residuos en recursos
La experiencia de los Estados miembro de la Unión Europea ha demostrado que la mejor forma de mejorar la gestión de los residuos consiste en la combinación de una serie de instrumentos.
Por un lado, los impuestos y/o prohibiciones en relación con la descarga y la incineración de residuos pueden servir de ayuda, ya que los porcentajes de descarga e incineración de residuos han disminuido en aquellos países en los que las prohibiciones o impuestos han incrementado los costes de estos dos métodos de eliminación.
Otros puntos que ayudan a una menor contaminación son los sistemas de pago por generación de residuos, ya que han demostrado su eficacia a la hora de evitar la generación de residuos fomentando la participación de los ciudadanos en una recogida de residuos selectiva.
También, los programas de responsabilidad de los productores han permitido a diversos Estados miembro obtener y redistribuir los fondos necesarios para mejorar la recogida selectiva y el reciclado.
La Comisión está animando a los Estados de la Unión a que apliquen de forma más eficaz la legislación vigente en materia de residuos, ya que también supondría la creación de 400.000 puestos de trabajo y un volumen de negocio de 42.000 millones de euros, como ya os contamos en este post.