
Hay menos aves y no hay mosquitos en algunas regiones de Rusia. Ya no quedan renos. El pescado se ve afectado, al igual que la agricultura y casi no hay tierras para el pastoreo. Es lo que denuncia la ONG Greenpeace en su campaña ‘Hielo Negro’, que alerta sobre los vertidos de petróleo en Rusia.
Según esta organización conservacionista, se producen filtraciones de petróleo a los ríos y a las granjas. Así, el combustible fósil “contamina los cultivos y el agua, y la gente es consciente de que sus ríos, sus bosques y el aire ahora representan serios riesgos para la salud”.

Tal y como denuncia la ONG, “a menudo de manera oculta, derraman hidrocarburos sobre la tierra y en las profundidades del Océano Ártico, envenenan el agua y destruyen el sustento de comunidades locales y poblaciones indigenas”.
Os dejamos con un video de Greenpeace en el que ha documentado estos hechos y en el que también se pueden escuchar los testimonios de los habitantes de la zona: