
Hay jóvenes con inquietudes artísticas, creativos que hacen de su pasión su profesión, científicos que dedican su vida a investigar en un laboratorio o emprendedores que deciden hacer realidad su idea de negocio.
Cada persona tiene talentos diferentes y hoy os hablamos de unos premios que reconocen el de los jóvenes directivos de nuestro país. Por primera vez, el Premio Jóvenes Directivos con Talento, que conceden la Fundación Príncipe de Girona y Seelinger y Conde a directivos menores de 40 años, ha reconocido a una persona con discapacidad.
Se trata de Fernando Riaño, director corporativo de Alianzas, Sinergias y Responsabilidad Social Corporativa de Fundosa/Ceosa, que recibió recientemente este galardón, junto a los otros siete jóvenes distinguidos este año por el jurado en reconocimiento a sus trayectorias profesionales de éxito en diferentes áreas.
En concreto, Riaño, de 37 años, recibe este premio en reconocimiento a su trayectoria profesional y específicamente por su trabajo en el campo de la responsabilidad social corporativa (RSC).
Al margen de que yo hay sido el premiado, creo que en este caso es lo de menos. Pienso que es importante el hecho de que la discapacidad esté incorporada en agendas, en espacios, en contenidos, en conversaciones, en entornos donde habitualmente no ha estado representada. Pienso que eso es muy bueno para el colectivo de las personas con discapacidad y es muy importante también que en el ámbito empresarial se aprecie con normalidad que la discapacidad tenga su espacio
Son palabras de Fernando Riaño en una entrevista concedida a Servimedia. Como experto en RSC, el galardonado añade:
El hecho de que la RSC esté presente en unos premios como estos del ámbito empresariales una noticia muy buena para la RSC en general y para la discapacidad en particular
Y es que, si en España aproximadamente un 9% de la población tiene discapacidad, lo lógico sería que este colectivo estuviera presente, en porcentajes similares, en todos los ámbitos de la sociedad de la que forma parte; una sociedad que no puede permitirse el lujo de prescindir del talento que tiene que aportar ese casi 10%.