El conocimiento de varias lenguas puede ayudar a combatir el Alzheimer según se concluye en un estudio publicado recientemente la prestigiosa revista Neurology, que valora el poder preventivo de los idiomas.
El artículo se basa en una nueva investigación que sostiene que hablar al menos dos idiomas puede reducir la demencia en un cerebro que se encuentra en plena fase de envejecimiento. Y esos efectos positivos funcionan por poco que se aprenda de otro idioma distinto al materno.
De hecho, ya se ha demostrado que las personas bilingües realizan mejor las tareas que dicta el sistema de control ejecutivo del cerebro. Dicho sistema se encuentra en la parte frontal del cerebro, y es el motor para los pensamientos más complejos y para mantener la atención. Así lo sostiene la psicóloga de la Universidad de York en Toronto (Canadá), Ellen Bialystok.
Según esta psicóloga, el bilingüismo tiene muchas ventajas que se hacen más patentes cuando se reduce la agudeza natural del cerebro. La profesora Bialystok y sus colegas investigaron a 102 pacientes con Alzheimer bilingües y a otros 109 monolingües que tenían el mismo nivel de agudeza mental.
Lo primero que los científicos descubrieron es que los pacientes bilingües fueron diagnosticados de Alzheimer una media de cuatro años más tarde que los monolingües. Pero las diferencias entre los pacientes de uno y otro tipo también son patentes a nivel físico. El estudio demostró que aunque los efectos físicos eran más avanzados entre las personas bilingües, su capacidad mental era similar, por lo que se entiende que los cerebros bilingües se compensan.
Ante estos resultados, los investigadores recomiendan el estudio de otro idioma, práctica que puede comenzar desde la infancia, pero también tiene efectos, por poco que se practique, en la edad adulta.