Dicen por ahí que las palabras se las lleva el viento, que se olvidan, y que son los gestos los que quedan, los que marcan, los que el tiempo no es capaz de borrar. Algo similar les sucede a muchas personas con la poesía, porque cuando un poema llega a tu interior, ya no te abandona nunca.
Seguro que muchos recordáis poemas tan famosos como aquel que pregunta si “volverán las oscuras golondrinas de tu balcón sus nidos a colgar” o el tan mítico de Federico García Lorca que comienza así: “Su luna de pergamino, Preciosa tocando viene…” ¿Sabrías continuarlo?
Probablemente la mayoría de personas sordas de este país no podrían hacerlo, porque aunque el derecho de acceso a la cultura es, en teoría, universal, también es cierto que hasta hace muy poco en España casi no existía poesía interpretada en lengua de signos, tan solo unos poemas de Miguel Hernández publicados en 2010 y algún que otro poema en la web del Instituto Cervantes.
Nos lo han contado desde la Fundación de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), que recientemente ha presentado la primera antología de poesía traducida a la Lengua de Signos Española (LSE), que puede verse en esta web. En ella se incluyen más de 30 poemas de autores clásicos de la literatura española, en una recopilación que contempla desde versos medievales anónimos hasta los poetas clásicos del siglo XX.
En concreto, los poemas están organizados en la antología por periodos históricos: poesía del Renacimiento y Medieval, poesía hispanoárabe, Romanticismo, Ilustración, Siglo de Oro, Generación del 27 y del 98, Posguerra… A su vez, la página web incorpora un resumen de cada contexto histórico, una breve biografía de los autores seleccionados, un glosario y actividades de fomento de la lectura.
La primera antología poética en Lengua de Signos Española, que se ha realizado con el apoyo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, nace para remediar la escasez existente en este ámbito cultural.
Sobre esta cuestión, la patrona de la Fundación CNSE, María Jesús Serna, asegura que para las personas sordas resulta inexplicable que no existiera una antología como ésta de poesía española en LSE puesto que:
Una lengua como la lengua de signos española, cuyo componente básico radica en la visualidad, permite expresar reforzadamente el valor de lo simbólico del lenguaje literario que se quiere trasmitir, en especial el de la poesía, cuya esencia diferenciadora del resto de géneros literarios es precisamente la preeminencia del símbolo