
Medio siglo de ausencia, nada más y nada menos, la del buitre negro (Aegypius monachus) en el Pirineo catalán, sin embargo, la noticia es que esta especie va recuperándo allí, poco a poco, su población. De hecho, esta hermosísima zona cuenta en la actualidad con 24 buitres negros, del casi medio centenar que ha sido reintroducido estos años. De este modo, el hito convierte a la citada zona en la única de Europa donde coinciden como nidificantes las cuatro especies de buitres presentes en el continente (buitre negro, buitre leonado, quebrantahuesos y alimoche).
Justo en estas fechas, afanados, Perla y Portell, Bruna y Corneli, y Mario y Menta, tres parejas de buitre negro de la Reserva de Boumort, en la comarca del Pallars Jussá (Lleida), se empeñan en la crianza de otros tantos pollos que han nacido hace poco y se han convertido en la esperanza de perpetuación de su especie en la zona. Según informa el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), son las más aventajadas de las seis parejas reproductoras de esta especie que ya existen en el Pirineo catalán.
Por su parte, desgraciadamente, Olga y Aleix, así como Neus y Oriol, otras dos de estas parejas y que iniciaron a la par que sus compañeras la reproducción esta temporada, han perdido su puesta cuando ya habían avanzado en el periodo de incubación. Por tanto, en esta ocasión ambas parejas de buitres negros pierden la oportunidad de convertirse en progenitores, ya que el buitre negro pone un único huevo por vez.
Nos cuenta Ernesto Álvarez, a quien hemos localizado en Mallorca ya inmerso en otro proyecto, que no se sabe muy bien si este infructuoso intento se debe a la “fuerte competencia”. Parece ser que o los cuervos han terminado con el huevo de cada una de estas parejas o que “los propios padres los han podido aplastar con su peso”, nos explica. El caso es que no se puede saber a ciencia cierta qué es lo que ha ocurrido con el huevo de cada una de estas dos parejas también reproductoras.
Lo que sí nos parece curioso es que a una de ellas, según nos ha relatado Álvarez, “ para que no pierda la capacidad reproductora, esa complicidad que nace de una pareja al quedar vinculada por la puesta del huevo, se le cambió el huevo roto por uno artificial”. Ahora resulta que la pareja, podríamos decirlo así, “ha adoptado a un pollo de buitre leonado nacido en cautividad” y el experimento sigue en proceso sin poderos dar cuenta certera de si el final de esta adopción será feliz o no. Así que nos quedamos sin saber si esta pareja tendrá un éxito asegurado en este familiar proyecto, pero, desde luego, lo auguramos.
Siguiendo con la mención escrupulosa de las parejas en estado de procrear reunidas en el Pirineo catalán y que, por tanto, podrían haber tenido descendencia, nos queda citar a la sexta. Se trata de Aiguaneix y Ares, tampoco ellos han podido tener su pollito porque resulta que la pareja se ha juntado, parece ser, demasiado tarde para formar familia. Más exactamente, por lo visto, en palabras del presidente de Grefa, “el encuentro entre ambos se produjo tarde para darles tiempo a poner el huevo” y sin nido listo, los nuevos novios no han tenido la ocasión de poder procrear. Esperemos, no obstante, que de aquí a un año, Aiguaneix y a Ares tengan mejor suerte y logren “tener el nido preparado en el justo momento” para esa frustrada, pero tan merecida paternidad. ¡Ánimo, tenéis todo un año pareja!.
Sin embargo, a pesar de los incidentes recogidos, los datos son halagüeños ya que, con los de esta temporada, resulta que suma nueve el número de nacimientos de pollos registrados desde que se inició el proyecto que, por cierto, ha sido promovido por la Generalitat de Cataluña y la Fundació Catalunya-La Pedrera, bajo la coordinación y ejecución de Grefa. A lo que hay que añadir la participación de la asociación naturalista Trenca y el patrocinio de Red Eléctrica de España.
Además, hay que señalar la solidaridad de otras comunidades autónomas que, respecto a esta zona del Pirineo catalán, están cediendo algunos de sus buitres negros rehabilitados tras sufrir alguna enfermedad o lesión, así como los criados en cautividad y están ayudando a elevar el número de los habitantes de esta especie amenazada allí.
Así, tenemos que la nueva población es fruto del esfuerzo conjunto de una serie de organismos, asociaciones y particulares que han puesto en marcha un proyecto de reintroducción del buitre negro en Cataluña, de donde se había extinguido por completo esta rapaz necrófaga incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Como dato anecdótico, las primeras liberaciones de ejemplares se iniciaron en 2007 y, tres años después, en un tiempo récord para este tipo de proyectos, la pareja formada por la hembra Perla y el macho Portell ya criaba con éxito un primer pollo.