
Gestionar las emociones y afrontar las dificultades que la vida nos presenta no siempre es fácil. Hay situaciones en las que los problemas pueden llegar a desbordarnos, obligando incluso a muchos a pedir ayuda. Momentos complicados y de emergencia, como atentados, catástrofes o accidentes han hecho necesario hasta ahora apoyar psicosocialmente a los afectados de manera especializada, tratando de cubrir las necesidades de víctimas, familiares y allegados.
Los atentados del 11M en Madrid, el accidente del avión de Spanair de agosto de 2008 o desastres como los terremotos de Haití o Lorca, entre otros, son algunos de los momentos en los que Cruz Roja puso en marcha sus Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) para dar asistencia psicosocial a todos los afectados.
A día de hoy, la organización ha decidido activarlos para ayudar a los ciudadanos españoles que atraviesan una delicada situación provocada por la crisis económica. Angustia, miedo o depresión son algunas de las reacciones que han nacido en familias enteras. Miles de personas, según asegura la organización, necesitan este apoyo, además de la ayuda material.
De hecho, el 30% de los que acuden a Cruz Roja sufren las alteraciones emocionales mencionadas de manera repentina, así como un 20% deja de lado su cuidado personal y físico. Pierden las fuerzas y les vence la desgana, la impotencia se hace soberana.
Al ver cada vez más casos y casos de españoles afectados por la coyuntura económica, que les ha llevado a perder sus trabajos, a tener dificultad a la hora de llegar a final de mes y obligando a muchos a acudir con sus familiares a comedores sociales, la organización está poniendo a su alcance todos los recursos posibles.
Sí, inicialmente los ERIE fueron diseñados para una respuesta ante catástrofes y emergencias, pero poco a poco se están adaptando a otras necesidades sociales como las derivadas de la actual crisis económica
Así lo señalaba recientemente José Ramón Delgado, coordinador del Programa de Intervención en Emergencias de Cruz Roja Madrid, quien así mismo resaltaba lo siguiente:
También es preciso ‘cuidar’ a los que cuidan. Por muy preparado que estés, todos somos sensibles a lo que estamos viendo y escuchando diariamente, fundamentalmente si tienes contacto directo con las personas que están sufriendo esta situación de crisis de manera más dramática; por ello, Cruz Roja también está prestando soporte emocional a los intervinientes con el fin de evaluar el impacto de estas situaciones y aprender a canalizarlo y reconducirlo con el fin de que el voluntario o voluntaria pueda seguir realizando su labor
Gracias a voluntarios, expertos y profesionales de distintas organizaciones se está pudiendo echar una mano a quienes más lo necesitan a día de hoy. Son muchos los ejemplos que podemos encontrar, incluso en nuestro día a día entre ciudadanos de a pie. Parece que, además de las organizaciones dedicadas a esta labor de ayuda, cada vez somos más conscientes de la importancia de aportar nuestro granito de arena cada uno, empatizar y sacar a relucir nuestra humanidad y solidaridad.