
La señora Carmen tiene 84 años y dos hijos. La señora Carmen vive con Floren, una rumana que le cambia los pañales y la ducha; porque la señora Carmen tiene Alzheimer. Y aunque Carmencita, su hija, le cante las canciones de su niñez y le cuente las historias que vivió, la señora Carmen no se acuerda de nada.
Así arranca ‘¿Qué hacemos con la abuela?’ Dirigida por Lucía Miranda como uno de los trabajos del Cross Border Project, una compañía de teatro y educación que nace en Nueva York en 2010 por iniciativa de la propia Lucía y que emplea el teatro como herramienta educativa y de cambio social.
Muchos de los miembros del Cross Border hemos vivido el Alzheimer o la demencia senil de cerca. Se han hecho varios trabajos artísticos sobre el Alzheimer desde el punto de vista del enfermo, pero nos parecía que había una carencia desde el cuidador. Queríamos poner en evidencia su trabajo porque es fundamental.
El argumento revela con cada escena como es el día a día de las personas que conviven con enfermos de Alzheimer y, por esta razón, está inspirada en una historia real. Un ejemplo es el de la cuidadora rumana que aparece en ‘¿Qué hacemos con la abuela?’ Este personaje está escrito e interpretado en base a entrevistas realizadas por Lucía:
Teatralizamos los datos que nos parecían más interesantes, más relevantes para entender el conflicto. Normalmente las historias de teatro foro se construyen así, en trabajo con una comunidad afectada
La protagonista, Carmencita, también es un personaje inspirado en un caso real. Lucía explica que el ver a alguien que quieres mucho pasarlo mal por ser cuidadora, le llevó a plantearse el problema del Alzheimer y las familias a nivel social.
La historia surge tras la observación de Lucía de que los perfiles de los cuidadores de enfermos de Alzheimer se repetía: “Comprobé que hay muchas Carmencitas en España. Una mujer que cuida a su madre mientras el hermano (varón en la mayoría de los casos) desatiende sus obligaciones, una cuidadora contratada extranjera que deja de cuidar a su propia madre en su país por venir a cuidar a una ajena, problemas de comunicación en las familias… Carmencita y su mundo está basado en una realidad, pero el público nos dice que encuentra la suya propia en cada función”
El Alzheimer no sólo es duro con el enfermo si no también con las personas que lo cuidan:
Hay muchas personas que desconocen la repercusión psíquica y física que conlleva el cuidado de estos enfermos. Es una labor minusvalorada y a veces muy poco reconocida por los propios familiares
Lucía explica, como directora de la obra, que en el teatro practicas lo que piensas, te intercambias por un personaje y pones en práctica tu teoría, por lo que tú pruebas a hablar con esos personajes y ves cómo es vivir la situación y lo difícil que es solucionarla y cuidar al abuelo día a día.
En el teatro ves la pieza dos veces. La primera de un tirón, como una obra normal. En la segunda el público puede parar la acción e intercambiarse por uno de los personajes para plantear vías de diálogo. No se trata de encontrar una solución sino de comunicarse y hablar entre todos de las posibilidades, y lo que es mejor, ¡probarlas en el escenario!
En resumen, en ‘¿Qué hacemos con la abuela?’ se ejercitan los puntos de vista, la perspectiva, que depende de quién seas y qué hagas: es un ejercicio de empatía.