Los malos hábitos aumentan el riesgo de discapacidad en personas mayores

Personas mayores
Foto: Jorge Villa Bolaños

Todos sabemos que llevar una vida poco saludable nos acabará pasando factura más tarde o más temprano. Cuidarse cuesta poco y es fundamental sobre todo cuando vamos cumpliendo años.

El riesgo de obesidad, diabetes, cáncer, mala función cognitiva, accidente cerebrovascular, muerte súbita cardiaca y mortalidad aumenta con el número de comportamientos no saludables.

Las personas de edad avanzada que realizan poca actividad física, consumen escasas frutas y verduras y fuman o han dejado hace poco tiempo el hábito del tabaco son dos veces más propensas a desarrollar discapacidad, según concluye un nuevo estudio publicado en la publicación sanitaria BMJ.

El estudio está realizado por investigadores de Francia y Reino Unido con el propósito de analizar la relación entre las conductas no saludables y el riesgo de discapacidad en un periodo de 12 años.

A tenor de las previsiones expuestas en esta investigación,  el número de personas con discapacidad aumentará en los próximos años y, por esta razón, los investigadores sienten que hay una necesidad de definir estrategias preventivas y retrasar la progresión.

El estudio incluyó a 3.982 participantes: 1.236 (31%) desarrollaron discapacidad y 922 murieron. La incidencia de la discapacidad aumenta con la edad, desde 34 por cada 1.000 personas al año entre los participantes de 65 a 70 años, a 288 por cada 1.000 personas al año en los mayores de 90 años.

Para que te hagas una idea de la relación entre llevar un vida poco saludable y la propensión a desarrollar una enfermedad, los participantes que afirmaron realizar una actividad física baja o intermedia tenían un 72% más de riesgo de discapacidad, independientemente de la presencia de otros comportamientos no saludables.  En esta línea, el aumento del riesgo fue del 24% para las personas que consumen frutas y verduras menos de una vez al día y del 26% entre los fumadores o ex fumadores a corto plazo.

Los malos hábitos también jugaron un papel importante en las personas que desarrollaron la discapacidad más de cuatro años después del inicio del estudio. «Un estilo de vida poco saludable, que se caracteriza por la falta de actividad física, una dieta poco saludable y el tabaquismo, se asocia con un mayor riesgo de discapacidad», que aumenta con el número de conductas poco saludables, según los investigadores.

Este estudio se refuerza por otros realizados con anterioridad que han demostrado que los comportamientos no saludables tienen un efecto adverso sobre la salud.