
Mao es una guapa joven camboyana que quería ser bailarina. Pero los “daños colaterales” de una guerra que ocurrió hace casi cuarenta años acabaron con su sueño. Una mina antipersona la hirió gravemente en un arrozal y sufrió la amputación de parte de una de sus piernas.
Su situación es algo bastante común en Camboya. Como secuela de esos artefactos de la guerra las cifras de supervivientes con daños físicos son muy altas: uno de cada 230 camboyanos tiene discapacidad. Esta cruda realidad llamó la atención de Kike Figaredo, un sacerdote español que está en aquellas latitudes desde 1985.
El denominado “obispo de las sillas de ruedas”, impulsó una escuela de formación para jóvenes con discapacidad y un taller de fabricación de sillas de ruedas una década antes de ser obispo de la Prefectura Apostólica de Battambang.
Cuando marchó a Camboya el religioso albergaba la ilusión de trabajar con los refugiados. Y así lo hizo, centrándose en impulsar proyectos de atención a personas con discapacidad. La dulce Mao es una de ellas, por eso protagoniza el cortometraje ‘El milagro de Mao’, que Obras Misionales Pontificias ha elaborado con motivo del Domingo Mundial de las Misiones, popularmente conocido como Domund.
Los olvidados misioneros
Precisamente, el prefecto apostólico de Battambang es el misionero seleccionado para mostrar la labor de este colectivo en el vídeo institucional del Domund, basado en hechos reales. La historia, escrita y dirigida por Javier Alonso y José Cabanach, expresa que el anuncio del Evangelio, junto con la ayuda caritativa, son la esencia de la misión.
Con esta jornada (en 2013 el Domund se celebra el 20 de octubre bajo el lema ‘Fe + caridad = misión’) se quiere destacar el papel que realizan los casi siempre olvidados misioneros, un ámbito en el que España es campeona mundial. En la actualidad hay más de 14.000 españoles repartidos por 130 países, entre sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos. La media de edad de los misioneros es de 71 años. Muchos de ellos morirán en su país adoptivo.

A partir de una financiación basada en los donativos recogidos en el Domund, la Iglesia católica atiende 26.711 instituciones sociales, hospitales, residencias de mayores, orfanatos, comedores y más del 40 por ciento de los habitantes del mundo viven en los territorios de misión. Es más: se encarga de 99.045 instituciones educativas (guarderías, escuelas, universidades y de formación profesional). Más del 47 por ciento de ellas están en territorios de misión.
Esa es la moraleja que se obtiene del cortometraje del Domund 2013, que granito a granito personas como Mao logran su objetivo y encuentran un punto de apoyo para mover su mundo, aunque sea para bailar en silla de ruedas.
#YoSoyDomund
La campaña del día de las misiones también llega a las redes sociales. Desde el 1 al 20 de octubre, personajes de todos los ámbitos de la sociedad explican por qué apoyan, de un modo u otro, a los misioneros. Durante ese periodo, en la página web del Domund y en las redes sociales con el hashtag #YoSoyDomund se publican diariamente experiencias de personas de toda condición (niños y mayores, padres de familia, trabajadores en distintas tareas, obispos, religiosos, sacerdotes…) para destacar la labor social de los misioneros en todos los rincones del planeta, donde muchas personas como Mao reciben la caridad de los hombres y mujeres de fe.