
María, Julia, José Luis, Lolo, Miguel y Xavi son personas con discapacidad que han conocido de cerca lo que significa la palabra exclusión. Durante un período de su vida, han dormido en la calle, porque no han tenido un hogar donde cobijarse, ni trabajo, ni buenas condiciones de salud. Ellos forman parte de las 695 personas que han participado en el estudio ‘Discapacidad y personas sin hogar’, realizado por Rais Fundación para Fundación ONCE que se presentó ayer.
Al menos un 23% de las personas sin hogar tiene algún tipo de discapacidad, cifra cinco veces superior a la de la población general en edad similar. Además, de los entrevistados, tan sólo un 13% posee el certificado de discapacidad, debido, según el estudio, a la dificultad de los trámites y al propio estigma social, lo que dificulta su acceso a ayudas y subsidios y al empleo protegido.
Estas han sido las principales conclusiones que se desprenden del trabajo, cuyo objetivo es avanzar en el conocimiento de la relación entre exclusión y discapacidad, especialmente en personas sin hogar, para poder establecer mecanismos que contribuyan a la mejora de su calidad de vida.
En una sociedad moderna como la nuestra, no puede admitirse que la discapacidad sea un factor de agravamiento de una situación como la de vivir en la calle
Este colectivo no sólo tiene que lidiar con su situación, sino que además, resulta más vulnerable a recibir agresiones físicas, sexuales, robos, timos o insultos. De hecho del total de entrevistados, un 72% afirma haber sufrido algún tipo de agresión física, a un 73,8% le han robado, un 12,3% ha sufrido alguna agresión sexual, el 43% ha sido víctima de algún timo y el 77,5% ha recibido insultos.

El informe elaborado por Rais afirma que, de media, el periodo en el que las personas sin hogar duermen en la calle es de 3 años y medio. En cambio, las personas sin hogar con discapacidad duplican esta media y viven en estas condiciones durante más de 6 años.
Tal y como indica el director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ignacio Tremiño, el documento evidencia unos resultados ‘extremadamente duros, pero extremadamente ciertos’, sobre los que hay que trabajar en colaboración de las administraciones públicas y el Tercer Sector.
‘Discapacidad y personas sin hogar’
¿Cómo se ha llevado a cabo este estudio? Pues el trabajo se ha desarrollado en dos fases. La primera se ha realizado a partir de la participación de 695 personas sin hogar atendidas por Rais Fundación en la Comunidad de Madrid.
La segunda ha consistido en un análisis en profundidad de la relación entre discapacidad, exclusión social y personas sin hogar, a partir de la realización de 129 entrevistas a ciudadanos que participaron en la primera fase.
La discapacidad física es la más común entre las personas objeto de estudio – prevalencia de un 72,40% – seguida por la discapacidad mental y la sensorial, presentes en un 46,10% y 10,5% respectivamente.
De los encuestados que tienen discapacidad, el 86,4% presenta un problema de salud crónica, mientras que el 39,5% ha sufrido en los últimos 12 meses algún accidente, incluyendo intoxicación o quemadura.
Os dejamos con un vídeo sobre los protagonistas del estudio ‘Discapacidad y Personas sin hogar’. Ahora, lo que necesitan es reconstruir sus vidas, su autoestima, conseguir un hogar y un empleo. Dejemos a un lado la exclusión y demos la bienvenida a la inclusión, por ellos y por nosotros. ¡Implícate!