Dificultades motoras y lentitud de movimientos, síntomas más molestos para pacientes con Parkinson

Foto: Jorge Villa

El diagnóstico precoz es fundamental para frenar el avance de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y Parkinson y para garantizar una buena calidad de vida de los pacientes que las desarrollan.

Por este motivo, hay cierta preocupación tras los resultados arrojados por el estudio EPOCA, que ha llevado a cabo la Federación Española de Parkinson (FEP) y ha contado con la colaboración de un comité científico de expertos en esta patología.

El estudio concluye que un 52% de los pacientes con Parkinson tarda una media de entre 1 y 5 años en recibir diagnóstico e incluso un 19% de ellos tarda más de un lustro en ser diagnosticado.

La muestra del estudio EPOCA cuenta con 1.200 personas que han desarrollado Parkinson y muestra, además, que en un 15% de los casos los síntomas comienzan antes de los 45 años, por lo que no es solamente una patología asociada al envejecimiento.

Importancia de cuidadores

Este trabajo realizado por la FEP también muestra en cifras algo de lo que muchos de los que sois lectores de este blog ya sois conscientes, porque trabajáis o convivís con la enfermedad: la importancia capital de los cuidadores.

Y es que el estudio refleja que en los primeros cinco años de diagnóstico un 42% de los pacientes requiere de un cuidador y que pasados los 10 años de diagnóstico, el porcentaje de los enfermos de Parkinson que requiere una persona para la realización de sus actividades de la vida diaria asciende al 73%.

Estos cuidadores son, en un 81% de los casos, del círculo más íntimo de la persona que ha desarrollado la enfermedad, principalmente familiares y amigos. Y son, por tanto, el soporte físico y emocional del enfermo. Esta nueva situación, sobrevenida de forma inesperada en la mayoría de las ocasiones, puede provocar en el cuidador situaciones de agotamiento en todos los planos: físico, mental y emocional; lo que acaba derivando en el llamado ‘síndrome del cuidador’.

Por último, los pacientes encuestados en el estudio EPOCA indican que, aunque el temblor es quizá el síntoma más característico de la enfermedad de Parkinson, los que más problemas provocan son las dificultades motoras y en la realización de la marcha y la bradicinesia o lentitud de movimientos.

Los resultados de esta encuesta ponen de manifiesto la necesidad de un abordaje integral para atajar, o al menos ralentizar la progresión de las enfermedades neurodegenerativas en general y el Parkinson en particular.