Casa Verde: un proyecto destinado a los hijos de personas con enfermedad mental

Imagen del programa Casa Verde de apoyo a los hijos de personas con enfermedad menta
Foto: Fundación Manantial

Mujeres con poco apoyo subjetivo, muy tristes, sin esperanzas, cercanas a cuadros depresivos donde aparecen también sentimientos de hostilidad, suspicacia y falta de confianza en las personas que les rodean y en los desconocidos… Han perdido su proyecto vital y no tienen fuerzas ni esperanza para elaborar uno nuevo

Así se sienten, según la psicóloga de la Fundación Manantial, Raquel del Amo, las mujeres que acceden al Proyecto Casa Verde, de apoyo, prevención y seguimiento de hijos de personas con enfermedad mental o inestabilidad emocional, cuyos resultados se acaban de presentar en La Casa Encendida de Fundación Caja Madrid.

Compensar los posibles déficits durante la crianza de los hijos, así como procurarles una mejor calidad de vida al prevenir las situaciones de riesgo de algún trastorno mental y/o de conducta a lo largo de su vida son los principales objetivos a alcanzar en el marco de este programa.

Desde que comenzó en abril de 2011, Casa Verde ha atendido a un total de 144 personas, si sumamos a mujeres embarazadas, niños y niñas, padres, madres y abuelas. De ellas, 66 eran menores pertenecientes a 57 familias. La atención recibida abarca desde la psicoterapia y el apoyo durante el embarazo, hasta la asesoría en la búsqueda de empleo.

A juzgar por estas cifras, parece que el proyecto funciona. Así al menos lo cree el director del Departamento de Psicología de la Universidad Pontificia de Comillas, Juan Pedro Núñez, quien se muestra convencido de que el proyecto Casa Verde mejora significativamente la adaptación familiar de niños cuyos padres tienen un trastorno mental.

Los resultados no pueden ser más alentadores, ya que prácticamente en todos los indicadores se aprecia una clara mejoría en el desarrollo y evolución de los niños. Tras seis meses en Casa Verde, los participantes mejoran su lenguaje receptivo, su motricidad, su conducta adaptativa y también su desarrollo social y emocional

¿Y cómo se consigue? Según este experto, las líneas básicas de intervención se han focalizado en trabajar con los padres las atenciones y cuidados que requiere el menor, consolidar la transmisión afectiva y mejorar las competencias emocionales, cognitivas y conductuales de los pequeños.

De este modo, Casa Verde supone un salto cualitativo en la intervención eficaz de la prevención de los trastornos mentales, los problemas de desarrollo y los desajustes emocionales

Y las perspectivas son, a juicio de los expertos, tan positivas que pueden servir en el futuro como orientación para los profesionales médicos y también abrir nuevas líneas de investigación en el capítulo de la prevención de los trastornos mentales.

El perfil de las personas atendidas en Casa Verde

Los menores que se han acogido a este pionero proyecto se diferencian en dos grupos: los que tienen entre 0 y 2 años; y los de entre 3 y 5. Los primeros no están escolarizados, viven con sus padres ‘y presentan retrasos en su desarrollo madurativo‘, según Raquel del Amo. En lo que respecta a los menores de entre 3 y 5 años, ‘están escolarizados, viven con su madre o abuela y la madre presenta síntomas depresivos o de aislamiento’.

En lo referido al perfil de las mujeres, también se distinguen dos grupos: embarazadas y madres. Las primeras suelen ser mujeres ‘cercanas a los 30 años, casadas, de nacionalidad española, que viven con su marido en su propio hogar, que trabajan y tienen ingresos propios’. Casa Verde ha atendido a 18 embarazadas.

Asimismo, el perfil de las madres es el de una ‘mujer española o inmigrante cercana a los 30 años, soltera o separada que vive con sus padres y que no trabaja’.

Casa Verde se desarrolla a través del convenio de colaboración entre el Servicio Madrileño de Salud, el Ayuntamiento de Madrid y Fundación Manantial, y recibe la colaboración del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y de Fundación Caja Madrid.