En la enfermedad de Alzheimer, los biomarcadores se utilizan para evaluar los cambios en el organismo, por lo que son esenciales para su diagnóstico precoz y también para desarrollar nuevas líneas de investigación y tratamientos para, al menos, ralentizar su avance.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington y liderado por la doctora Anne Fagan ha revelado que tres marcadores biológicos de la enfermedad de Alzheimer parecen sufrir alteraciones a medida que los pacientes desarrollan la demencia.
Diversas investigaciones ya habían demostrado que los niveles de los marcadores de lesión neuronal se incrementan en el líquido cefalorraquídeo desde, al menos, una década antes de los primeros síntomas de demencia; pero ahora, gracias a este trabajo que se publica en la revista Science Translational Medicine, se ha descubierto que estos niveles disminuyen bruscamente en cuanto aparecen los síntomas de la demencia.
Para llegar a esta conclusión, se han estudiado tres marcadores biológicos relacionados con las alteraciones encontradas en el líquido cefalorraquídeo de una muestra de 26 pacientes. Durante la investigación se cruzaron distintos datos de la Red de la Enfermedad de Alzheimer de Herencia Dominante (DIAN por sus siglas en inglés), en el que todos los participantes pertenecen a familias afectadas por mutaciones genéticas, que provocan formas poco comunes de Alzheimer, todas ellas de carácter genético y hereditario.
Dos de los tres marcadores biológicos en los que se ha centrado este estudio son las proteínas Tau y Tau fosforilada, que son proteínas estructurales que forman los ovillos neurofibrilares y el tercero es un receptor sensor de calcio denominado Vilip-1.
El estudio refleja que los niveles de estos tres biomarcadores aumentan después de la lesión de las neuronas en los participantes que no han desarrollado demencia y, por tanto, estarían relacionados con el deterioro cognitivo.
Sin embargo, la novedad de este trabajo radica en que en los participantes del estudio que sí habían desarrollado demencia, los niveles de estos biomarcadores disminuyeron con el tiempo, a medida que va avanzando la enfermedad.
Esto se produciría, según los científicos, porque la evolución de la enfermedad produce una etapa intensa de muerte celular antes de que se desarrolle la demencia. Esta intensidad se reduciría con el paso del tiempo, lo que denota una estabilización de los niveles de los marcadores biológicos.
Las conclusiones de este estudio pueden resultar claves para comprender cómo actúan los actuales tratamientos para esta enfermedad neurodegenerativa y desarrollar así fármacos dirigidos hacia dianas terapéuticas y actúen de forma más eficaz.