
El estigma de los “malos jefes” no ha sido construido gratuitamente. Más de una vez nos hemos encontrado con un jefe que nos causa desmotivación y nos pone de mal humor hasta tal punto que hemos optado por cambiar de trabajo, pero ¿cuáles son las actitudes de esta persona que nos causan esta frustración?Entre los
rasgos más comunes que caracterizan a
un jefe incompetente, se encuentra la
incapacidad de comunicarse, ya que no logra que su equipo lo escuche y entienda, y
tampoco es capaz de escuchar a quienes lo rodean. Además,
se involucra escasamente, impidiéndole conocer realmente el trabajo que realiza su gente,
careciendo de información y, por lo tanto, los somete a presión.
Un buen líder posee una visión a largo plazo, es coherente en sus convicciones porque vive aquello que predica, crece y hace crecer a su gente, enseña, delega funciones y crea oportunidades para todos. Las habilidades de un líder también se observa en la capacidad de autocontrol y la toma de decisiones eficientes en momentos de crisis.
A continuación te damos algunos consejos que puedes seguir para llegar a ser un buen líder 2.0:
Genera confianza, actuar con la convicción de que los buenos resultados siempre se obtienen en equipo.
Escucha atentamente a tu equipo de trabajo, para ello lo mejor es espacios concretos para aportar desde su experiencia y potencial. Una fórmula es poner en marcha una wiki, dónde cada uno aporte en cada proyecto su iniciativa.
Preocúpate por su bienestar dentro y fuera de la empresa. Conociendo qué preocupa a tu equipo, sabrás que le ocupa.
Comunica los objetivos del área y recuérdalos de vez en cuando. Se pueden tener presente en la Wiki o espacio compartido.
Comparte los éxitos y comunica tu alegría.
Señala los aspectos positivos de las personas, y los negativos comunícalos a cada individuo en solitario.
Date el tiempo de compartir con tu equipo un momento de café, una charla interesante sobre tal o cual cliente, proyecto o anécdota. Trabaja con las personas.
Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España señala: “Un jefe, debe ser un guía para su equipo de trabajo, una motivación diaria para lograr los mejores resultados, y ser un ejemplo de perseverancia y energía. Recuerda que un buen equipo de trabajo es el reflejo de un buen líder”.
Además añade: “En la medida que un jefe está comprometido y motivado con el trabajo, su equipo es muy probable que también lo esté, ya que esos valores se transmiten. Lo mismo en términos de conocimientos y experiencia, porque un líder que sabe puede transmitir eso a su equipo, lo que genera que se aporte un valor añadido al trabajo diario”.