El hambre estacional podría convertirse en crisis este año en Centroamérica

Los más afectados ante los desastres son los más vulnerables, permanente expuestos, a los que su situación de pobreza estructural se suma las repecusiones de la plaga de roya y una recurrencia cada vez mayor de los efectos de las sequías
Foto: Sammuel Hawenstein/ Acción contra el Hambre

Tal vez hasta ahora no sabíais que las familias rurales con menos recursos de Centroamérica suelen enfrentarse en un año normal a un periodo de dos a tres meses de estrés alimentario. Sin embargo, en 2014 la situación podría agravarse y convertirse en una crisis de mayor duración e intensidad por dos factores: la recurrencia de las sequías y el impacto de un hongo en los cultivos de café.

Así nos lo cuentan desde la ONG Acción contra el Hambre y nos recuerdan que en Centroamérica la estación del hambre es una realidad que se repite año tras año. Se caracteriza por un acceso limitado a los alimentos entre los meses de junio y agosto de las familias que viven en la pobreza en el entorno rural.

¿Por qué este año la situación es más grave? El agotamiento de las reservas de granos básicos de la última cosecha y el impacto de un hongo que ha afectado a más del 50% de los cultivos del café se han conjugado afectando a la disponibilidad de trabajo en la recolección cafetera y, por tanto, a los ingresos de las familias que dependen de esta actividad.

Para empeorar aún más las cosas, en la zona se está registrando una recurrente sequía que lleva afectando, durante los dos últimos años, a los cultivos de grano de arroz, sobre todo en Guatemala y Honduras.

En palabras de Alejandro Zurita, director regional de Acción contra el Hambre para Centroamérica:

Una crisis alimentaria se expresa a través un aumento significativo y prolongado de los focos de desnutrición aguda entre los niños y niñas menores de cinco años, y la venta y agotamiento de los activos que constituyen los medios de vida de las familias afectadas, como por ejemplo sus animales, causando de esta manera un daño irreversible en la economía familiar

A esta explicación, añade que no quieren ni imaginar lo que podría ocurrir si este año el fenómeno de El Niño y/o de La Niña reaparecieran y causaran un exceso o déficit severo de lluvias en los meses de junio a agosto, tal como se ha anunciado ya en algunos servicios de meteorología. Si esto sucede, la floración y el llenado de granos del maíz de primera podrían verse afectados, lo que contribuiría así a una crisis alimentaria.

Con este escenario, los habitantes más pobres de la región centroamericana temen que se repita una crisis alimentaria como la de 2001-2002. Una medida efectiva para prevenirla es, según la ONG que trabaja sobre el terreno, apoyar a las familias a partir del mes de mayo con alimentos o dinero, de modo que puedan cubrir sus necesidades alimentarias básicas, al menos hasta la cosecha de maíz del próximo septiembre.

Esta sería una solución momentánea porque, como nos advierten desde esta ONG, la solución definitiva al hambre estacional de Centroamérica requiere cambios políticos y económicos que reduzcan la pobreza estructural instalada ‘desde hace siglos’ en esta región.