Tener una discapacidad es sinónimo de ganar un 11,5% menos

Persona con discapacidad en su puesto de trabajo
Foto: Jorge Villa Bolaños

Un total de 20.337,4 euros. Eso es lo que ganaron, de media, los trabajadores por cuenta ajena con discapacidad como salario bruto anual en 2011, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). ¿Es mucho? ¿Es poco? Pues depende. Lo cierto es que supone un 11,5% menos que lo que ganan las personas sin discapacidad.

Pero incluso más destacable que esa diferencia salarial nos resulta la baja participación en el mercado de trabajo del colectivo de personas con discapacidad legalmente reconocida.

Resulta que, en el año 2011, este grupo de población alcanzó una tasa de actividad del 36,6%, casi 40 puntos por debajo de la que presentan las personas sin discapacidad.

Os contamos que este indicador, la tasa de actividad, mide qué parte de la población se encuentra participando activamente en el mercado de trabajo.

Si nos paramos a analizar la tasa de ocupación (el porcentaje de la población ocupada con respecto a la población en edad de trabajar) fue del 26,7%, menos de la mitad que la registrada entre la población sin discapacidad.

Además la tasa de paro, el cociente entre la población parada y la población activa, de las personas con discapacidad que trabajan por cuenta ajena es del 26,9%, superior en más de cinco puntos a la de la población sin discapacidad.

Al analizar los datos, no podemos perder de vista que en las diferencias entre las personas con y sin discapacidad también puede influir la diferente distribución de estos colectivos respecto a variables como el sexo, la edad, la antigüedad en el empleo y el nivel de estudios.

En concreto, al analizar por sexos el INE dice que los hombres con discapacidad tuvieron un salario un 16,7% inferior al de los varones sin discapacidad, y en el caso de las mujeres, su retribución fue un 6,3% menor.

Y en el capítulo de diferencias salariales entre mujeres y hombres con discapacidad parece que no hay tanta diferencia, aunque se aprecia un salario que es un 13,7% inferior para las mujeres.

Comparativas en función del puesto de trabajo

Dice el INE que en puestos de ocupación medios (empleados, artesanos y trabajadores cualificados) los asalariados con discapacidad superaron el salario del resto de los trabajadores por cuenta ajena en un 1,2%.

Por el contrario, en puestos de ocupación altos (directores; gerentes; técnicos y profesionales científicos, técnicos intelectuales y de apoyo) los trabajadores con discapacidad recibieron un salario un 4% inferior al resto. Y en los puestos bajos (operadores y trabajadores no cualificados) el salario fue un 16,6% menor.

Los salarios más bajos correspondieron a los trabajadores con discapacidad intelectual, mientras los trabajadores con discapacidad sensorial y física percibieron los más elevados.

Si nos fijamos en las características de la unidad de trabajo y de la empresa, se observa que el salario de las personas con discapacidad aumentó a medida que se incrementaba el tamaño del centro de cotización.

Aunque en todos los casos el salario de las personas con discapacidad resultó inferior al de las personas sin discapacidad, las mayores diferencias entre ambos colectivos se registraron en centros de cotización de tamaño mediano (de 50 a 199 trabajadores), con niveles salariales para las personas con discapacidad un 27,4% inferiores a las de quienes no tienen discapacidad.

Por sectores de actividad, las diferencias entre los salarios de las personas con y sin discapacidad fueron menores en el sector servicios.