
Cuando hablamos de inseguridad alimentaria nos referimos a la incapacidad de poder alimentarse. La escasez de recursos (alimentos, agua, degradación de suelos) es la característica principal para llegar a esta situación. En este estado se ven inmersas 15 millones de personas de la región africana de Sahel.
Acción contra el Hambre, consciente de esta problemática, lanza un llamamiento para suscitar la reacción de los donantes públicos y poder paliar la hambruna.
El incremento de precios de cereales y forraje, las inundaciones por la temporada de lluvias, así como los desplazamientos de población provocados por conflictos en la zona son tan solo algunas de las causas que han provocado esta situación.
Países como Malí o Mauritania y regiones de Níger, como Tahoua y Maradi, son las más vulnerables ante la lacra del hambre, siendo los sectores de la agricultura y la ganadería los más afectados.
Desnutrición infantil
Un total de 5 millones de pequeños podrían padecer desnutrición aguda si no se hace nada para evitarlo. Así de contundente se muestran desde Acción contra el Hambre:
Aunque las cifras son ligeramente menores a las de años anteriores, son igualmente inaceptables y hay que poner todos los medios para evitarlo
Dicha ONG lleva trabajando en estos países entre dos y ocho años pero, en los últimos años, su labor se centra en reforzar las actividades de prevención, detección y tratamiento de la desnutrición para evitar que sigan malviviendo o falleciendo más africanos.
Asimismo, también se ponen en marcha actuaciones de mitigación que incluyen la distribución gratuita de alimentos a familias en situación de riesgo y complementos alimentarios para las personas más vulnerables: niños de 6 a 23 meses y mujeres embarazadas.