
Un estudio publicado en la revista Jama Neurology realizado por investigadores de la universidad holandesa de Nimega ha comprobado que una noche sin dormir incrementa los niveles de proteína beta amiloide en el cerebro incluso cuando este órgano está sano.
La proteína beta amiloide está, como sabéis los lectores de este blog, relacionada con la enfermedad de Alzheimer porque su acumulación en el cerebro provoca los síntomas de la enfermedad. Por este motivo, los autores de este trabajo afirman que si la falta de sueño es prolongada o se repite, se puede considerar un factor de riesgo para desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa. Así, un sueño normal y saludable reduce la acumulación de proteína beta amiloide en forma de placas, pero cuando este sueño normal se perturba se altera la disminución.
Para la realización de este estudio, los investigadores eligieron a una muestra de 26 hombres de mediana edad sin problemas cognitivos ni dificultades en el sueño a quienes se midieron los niveles de proteína beta amiloide en el cerebro. Después se les dividió en dos grupos: uno de ellos durmió normalmente y a los del segundo se les obligó a quedarse despiertos toda la noche.
La prueba constató que los miembros del grupo que concilió el sueño de forma normal redujeron en una media de un 6% la acumulación de proteína beta amiloide en el líquido cefalorraquídeo del cerebro; mientras que el segundo grupo aumentó los niveles de beta amiloide o, en el mejor de los casos, no hubo cambios en el cerebro de quienes se sometieron a la prueba.
Esto indica, por tanto, que la vigilia impediría ese ‘efecto limpiador’ que tiene el cerebro cuando dormimos, por lo que los expertos de la Universidad de Nimega subrayan la importancia de una buena calidad del sueño para prevenir la aparición del Alzheimer.