
La tecnología cambia constantemente. Estamos expuestos cada día a nuevas actualizaciones de modelos de móviles, tabletas u ordenadores. Y ahí es cuando decidimos – o no – cambiar nuestros aparatos electrónicos por otros más buenos, más bonitos o más útiles.
Sea cual sea la razón que nos lleva a buscar un sustituto a nuestras herramientas tecnológicas, es imprescindible que nos concienciemos de la necesidad de reciclar la basura electrónica. Porque, si nos paramos a reflexionar, ¿somos conscientes de a dónde van esos desechos tecnológicos?
Ante esta situación, cada vez más palpable en los países desarrollados, la ONU alerta de que este tipo de desechos electrónicos suma 53 millones de toneladas en todo el mundo.
En concreto, los españoles generamos un total de 200.000 toneladas de basura electrónica, lo que supone un incremento del 51.5%.
El director del Máster Oficial Universitario en Gestión Ambiental del imf Business School, Carlos Martínez, recuerda que la mayoría de los desechos son de origen metálico, en concreto un 70%, por lo que pueden ser fácilmente reciclados si existen medios para su recolección y envío a las plantas de tratamiento.
Por otra parte, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) señala que tan solo el 11% de la basura electrónica se recicla frente al 28% de los otros tipos de basuras.
Por tanto, concienciarnos y esforzarnos para conseguir reciclar nuestro material más tecnológico es esencial para cuidar el medio ambiente.
Actualmente, ya existen programas de reciclado específico, como los puestos en marcha por las compañías IBM, Dell o HP así que, ¡no busques excusas y súmate al reciclaje electrónico!