Ultrabook, ¿quién lo necesita?

-Ultrabook-Con la popularización de las tabletas digitales las notebooks dejaron de ser las reinas de la practicidad e inevitablemente pasaron a resultarnos cada vez más pesadas e innecesariamente grandes. Tuvo un buen nicho de mercado porque eran equipos realmente portátiles, pero se perdió en potencia y es aquí donde entran las ultrabooks a llenar un espacio que estaba quedando vacío.

El concepto de “ultrabook” fue registrado como marca por Intel en 2011 y se refiere a computadoras portátiles ultra delgadasultra livianas y ultra potentes, comparadas con las tradicionales.

Cada nuevo Ultrabook debe tener uno de los últimos, procesadores rápidos de Intel en el interior (para ser más precisos, la versión «Haswell» de su gama procesador Core), mientras que el almacenamiento debe cumplir con un mínimo de velocidad de transferencia de 80 MB / seg.

Otras de las características que incluyen las ultrabooks son la eficiencia del consumo de energía eléctrica, que hace que la batería dure más tiempo y aumente la autonomía del dispositivo hasta 5 horas trabajando y 9  horas en espera. También pretenden mejorar la conectividad a través de puertos USB 3.0, capaces de transmitir datos 10 veces más rápido que los 2.0.

La potencia gráfica es otro de los atributos claves que las diferencian de las notebooks comunes. Y en algunos casos (los modelos más caros), también cuentan con lo que se llama “Memorias de estado sólido” o SSD, que a diferencia de los discos duros comunes, no se componen de un disco que gira y por lo tanto, son menos vulnerables y la recuperación de archivos es más rápida.

Gracias a la inclusión de Intel Rapid Start, el encendido es instantáneo como si se tratara de una tableta digital.

Muchos critican el concepto por considerar que sólo se trata de una movida comercial, de ofrecer un producto que ya existe bajo otro nombre y venderlo más caro. Es verdad que los precios de las ultrabooks hacer que aún no sean accesibles para muchos. Pero hay funcionalidades que cuando son necesarias, hacen que la inversión en una Ultrabook valga realmente la pena.

Los ejemplos clásicos son la edición de video, audio o imagen en alta (o altísima) calidad, por mencionar algunos de los múltiples trabajos en los cuales se necesita una potencia muy alta y además, portabilidad. 

Si es para entretenimiento o sólo por cuestiones de diseño, tal vez convenga esperar un tiempo hasta que lo que aún es un diferencial pase a ser más cotidiano y por lo tanto, bajen los precios y se justifique más la inversión.