
En torno al 32% de las personas mayores de 65 años necesita ayuda para llevar a cabo actividades de su vida cotidiana, porcentaje que se va elevando progresivamente con la edad, hasta el punto de que a partir de los 85 necesita asistencia el 75%. Así se recoge en los datos del Observatorio de Personas Mayores del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso).
Os lo contamos hoy, fecha en la que conmemoramos el Día Internacional de las Personas de Edad, un amplio colectivo que en el año 2050 representará, según las estimaciones de población, el 20% del total de ciudadanos. Por esto, no es extraño que cada vez más se trabaje en dispositivos que ayuden a mejorar su día a día y les permitan gozar de una mayor independencia.
Hoy os queremos hablar de la idea en la que trabaja un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña, que ha diseñado un mecanismo que detecta automáticamente la caída de una persona sin necesidad de pulsar ningún botón. Además de localizarlo, tanto dentro como fuera de su casa, llama a una ambulancia cuando se requiera.
Este sistema consiste en un pequeño dispositivo con un sensor altamente sensible para detectar caídas que va incorporado en un cinturón que el usuario lleva puesto durante todo el día. Para evitar también accidentes cuando la persona no lleve el cinturón, este mecanismo incorpora un sensor en la cama que detecta las ausencias prolongadas durante la noche y genera una alarma si la persona no vuelve en un tiempo estipulado.
Gracias a esta herramienta se pueden prevenir las consecuencias de caídas de pacientes frágiles y los familiares de personas mayores que vivan solas estarán más tranquilos al saber que hay un sistema que les garantiza atención en caso de necesitarla.
Actualmente, este dispositivo FATE (Fall detector for elder) se encuentra todavía en estudio y cuenta con la participación de diferentes organizaciones de salud de Irlanda e Italia. La investigación se encuentra, desde principios de este año, en la fase de realización de pruebas piloto a más de 200 personas mayores de 65 años y se estima que estos trabajos continuarán hasta bien entrado el 2015.