
Que el cambio climático es una realidad lo sabemos todos. Veranos más secos, inviernos más fríos o lluvias menos intensas son solo algunos de los efectos que vamos observando con el paso del tiempo.
Pero ahora, un equipo de la ONG medioambiental WWF ha ido más allá y ha conseguido aislar por primera vez ADN de oso polar a través un una huella en la nieve en el Ártico.
¿Esto qué significa? Pues que se descubre una técnica pionera que ayudaría a investigar cómo y de qué forma el cambio climático afecta a los animales que viven en el norte del planeta.
WWF, junto con el Instituto Polar Ártico, llevó a cabo una expedición científica en el Ártico para recoger datos que ayudan, en concreto, a interpretar la afectación de los osos polares con el cambio climático.
Tened en cuenta que hablamos de una especie que se enfrenta a un futuro incierto ya que se estima que esta zona del planeta se quedará sin hielo en verano a mediados de siglo.
Esta técnica sería “una herramienta impagable para la biología de la conservación” tal y como señala Arnaud Lyed, de WWF, que también añade lo siguiente:
Tomando ADN de huellas podríamos reducir espectacularmente el presupuesto necesario para investigar, así que seguir las poblaciones sería muchísimo más fácil
Dado el éxito obtenido – ya que también se han recogido huellas de una foca y una gaviota – el equipo científico comprobará si el método puede aplicarse a otras especies tan esquivas y difíciles de alcanzar como los osos polares.