
Hoy ‘viajamos’ a la India para mostraros un cruda realidad: la prostitución por tradición a la que están sometidas las mujeres devadasi.
En el estado de Karnataka pervive desde hace décadas esta práctica. Muchas familias de las castas más bajas ofrecen a las diosas Yallamama o Hulgamma a sus niñas y mujeres para librarse de los ‘males’ que les afectan.
La ofrenda implica condenar a las más jóvenes a vivir en los templos y, una vez alcanzada la pubertad, se convierten en propiedad pública. Esto significa que pueden ser dedicadas a satisfacer sexualmente a un hombre, generalmente el jefe del pueblo, o a tantos como lo deseen.
Y es que, una mujer devadasi nunca puede negarse a los favores sexuales. Tampoco puede casarse ya que, de hacerlo, la diosa ‘castigará’ a sus parientes cercanos.
El sustento lo ganan vendiendo sus cuerpos ya que a las mujeres devadasi sólo les está permitido mendigar cuando alcanzan cierta edad. Es decir, cuando dejan de ser atractivas para el ojo masculino.
Es en ese momento cuando empiezan a ser repudiadas y abandonadas por toda la aldea, incluso por su familia, ese clan que, en sus primeros años de vida, las ofreció a los templos.
Durante esta etapa se dedican a pedir limosna, llevando sobre sus cabezas el ídolo de la diosa a la que fueron dedicadas.
Asimismo, muchas de ellas también pueden acabar en prostíbulos de Mumbai, Bangalore y Chennai, víctimas del tráfico sexual y de enfermedades como el sida.
La práctica de las mujeres devadasi está prohibida por ley. Si bien, esta tradición todavía está vigente. Fue en el año 1982 cuando el Gobierno de Karnataka abolió esta tradición pero no existe ningún tipo de programa de rehabilitación o reinserción para las víctimas de estos abusos.
La falta de instrucción y la carencia de información son culpables de que las devadasi desconozcan que la ley las apoya.
Actuación de Manos Unidas
Desde el año 2005, Manos Unidas trabaja por mejorar la calidad de vida de las mujeres devadasi. El objetivo es concienciarlas de que la prostitución no es su único destino, y tampoco el de sus hijos. Para conseguirlo, las mujeres reciben asistencia y formación a fin de dejar esta práctica.
Asimismo, esta ONG pondrá en marcha diferentes actividades como la formación de grupos de autoayuda, cursillos de concienciación sobre asuntos relacionados con la salud y con la discriminación por razón de sexo y de casta.
Por otro lado, también se impartirán clases de informática, de inglés y de otras materias con las que las mujeres devadasi pueden ganar un sustento para ellas y para sus hijos. Con esta galería podéis conocer mejor a las mujeres devadasi.