Los cambios en las conexiones cerebrales pueden ser un biomarcador del Alzheimer

cerebroLa Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA, por sus siglas en inglés) presentó una investigación en su reunión anual, celebrada recientemente, en la que indican que los cambios en las conexiones neuronales de nuestro cerebro podrían ser un marcador biológico de la enfermedad de Alzheimer.

Para llegar a esta conclusión se realizó un estudio longitudinal conocido como Iniciativa de Neuroimagen de la Enfermedad de Alzheimer (ADNI, por sus siglas en inglés) en el que se analizaron los cerebros de 102 pacientes mediante técnicas de neuroimagen, concretamente un método de resonancia magnética que evalúa el estado de la sustancia blanca cerebral.

Los tractos de sustancia blanca son fibras nerviosas que transportan señales entre las diferentes áreas del cerebro y se ha asociado con la velocidad de procesamiento y la capacidad de asociación eficaz entre las distintas regiones cerebrales.

Además, en los últimos años hay diversos estudios que indican que esta sustancia blanca está también relacionada con los procesos cognitivos y por tanto, algunas alteraciones cognitivas también estarían relacionadas con trastornos en la materia blanca.

El conjunto de tractos nerviosos forma lo que se llama el conectoma estructural del cerebro, que proporciona la capacidad de medir estas conexiones en el cerebro y analizar cómo cambian con el paso del tiempo.

Los investigadores relacionaron dos de los principales cambios en el cerebro con Alzheimer: por un lado los cambios estructurales y por otro la ya conocida acumulación de proteína beta amiloide. Análisis con el que cambia la perspectiva de diagnóstico del Alzheimer que se había llevado hasta ahora.

Y es que los problemas de deterioro cognitivo causados por la enfermedad se han asociado tradicionalmente con el daño en la materia gris del cerebro, donde se concentran la mayoría de los cuerpos celulares, pero este estudio sugiere que los depósitos de beta amiloide en la sustancia gris afecta a las conexiones de la sustancia blanca, que son esenciales para la transmisión de mensajes a través de los miles de millones de células nerviosas del cerebro.

Esto es, a medida que aumenta el nivel de placa de proteína beta amiloide en la materia gris, la materia blanca comienza a funcionar mal y pierde su capacidad para transmitir mensajes de forma eficiente.

Así, el cambio en las estructuras cerebrales podría ser un biomarcador del Alzheimer y ayudar también a su detección.