¿Sabíais que en 2014 hubo en toda la Unión Europea un total de 114 notificaciones por contaminación de mercurio en pescado y otros productos pesqueros? De estas, 57 tuvieron su origen en España, país líder de la UE en exportación de pescado.
Así lo denuncia Ecologistas en Acción tras analizar los datos publicados en el sistema de alerta rápida para piensos y alimentos.
Y es que, dichas alertas suponen un incremento del 18,75% respecto a 2013 y del 67,65% en relación a 2012.
La denuncia de esta confederación ambiental señala que en las notificaciones registradas en España llegaron a alcanzar valores de hasta 5,1 miligramos de mercurio por kilo de pescado en rodajas congeladas de marrajo.
Este dato supera con creces el nivel máximo permitido por la normativa comunitaria que se establece entre 0,5 y 1 miligramo de mercurio por kilo de producto pesquero.
Asimismo, Ecologistas en Acción denuncia que la situación “es más grave de lo que marcan las notificaciones” porque los límites de la normativa europea son “mucho menos restrictivos” que los de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
¿Cómo es de dañino el mercurio?
El mercurio, cuando entra en contacto con el medio acuático, se transforma en metilmercurio, una potente neurotoxina que se acumula en los peces y en los animales y los humanos que los consumen.
Además, Ecologistas en Acción señala que cuando lo ingieren mujeres embarazas, el metilmercurio atraviesa la placenta y se acumula en el cerebro y el sistema nervioso central del feto en desarrollo. De esta forma, cantidades relativamente pequeñas de mercurio pueden producir retrasos motores o de comunicación en los bebés.
Por ello, la organización ecologista reclama a España y a los 128 países firmantes del Convenio de Minamata – primer acuerdo internacional para reducir el uso y el comercio de mercurio para, con ello, prevenir futuros daños a la salud y al medio ambiente – que se unan “lo antes posible” a los nueve que ya lo han ratificado para acelerar su entrada en vigor.
Dicho convenio establece para todos los países obligaciones relativas a la minería primaria, la eliminación progresiva de ciertos usos y productos, el comercio, las emisiones y la eliminación de los residuos que contienen mercurio.