Todos sabemos la precariedad en la que se encuentra el atún rojo y lo importante que es que sea protegido para evitar su desaparición. De ahí la campaña 2010 de la pesquería de esta especie en el Atlántico Oriental y el Mediterráno, que acaba de ser regulada por el Ministerio de Medio Ambiente Medio Rural y Marino a través de una orden ministerial publicada hace pocos días en el BOE.
Esta orden incorpora las últimas recomendaciones y requisitos establecidos por la Comisión Internacional para la conservación del atún atlántico (ICCAT) para la protección y recuperación de este stock, en su última reunión celebrada en Recife (Brasil) en noviembre de 2009.
La orden introduce como novedad la posibilidad de que cada armador transmita las cuotas que le hayan sido asignadas a los buques o almadrabas pertenecientes al mismo o distinto grupo, de forma total o parcial y con carácter definitivo o temporal.
Dicha transmisión de posibilidades habrá de constar documentalmente y deberá contar con la autorización previa de la Dirección General de Recursos Pesqueros y Acuicultura de la Secretaría General del Mar. También se indica en la orden que la Secretaría General del Mar, de acuerdo con la normativa comunitaria, establecerá un programa de observadores para los buques de más de 15 metros de eslora.
Por otra parte, la orden ministerial prohíbe, en los términos previstos en el reglamento comunitario, la comercialización, el desembarque, la importación, la transformación, la exportación, la introducción en granja para cría o engorde, la reexportación y el trasbordo de atún rojo que no vaya acompañada de la documentación precisa, completa y validada según lo dispuesto en la normativa.
Y por supuesto prohíbe también la carga que proceda de buques de terceros países que no dispongan de una cuota o asignación de esfuerzo pesquero de conformidad con las medidas de conservación y ordenación de ICCAT o cuando éstos hayan agotado su cuota.