Hay empresas que en esta época del año implantan la jornada intensiva, de modo que las tardes se pueden plantear en familia, en la playa, en la piscina… pero para ello hay que saber desconectar del trabajo con las nuevas tecnologías.
Antes salías del trabajo y allí se quedaba hasta el día siguiente, en cambio ahora, estés donde estés, puedes leer el correo electrónico de un cliente y aún más, conectarte en remoto al ordenador de la empresa y resolver el problema. Eso es bueno por la inmediatez de la atención al cliente, pero ¿qué pasa con el trabajador? Todos, empresas y trabajadores, debemos concienciarnos que es necesario descansar o la energía se agota y la productividad baja en picado, no solo por el cansancio físico y psíquico, sino porque el entorno externo al empleado se ve afectado negativamente y al final, si estalla, esto afecta a la productividad.
Sin duda las nuevas tecnologías, el avance de las comunicaciones son una gran ayuda para las empresas y los trabajadores, pero no debemos convertirnos en rehenes de la tecnología, dejar que marque cuándo tenemos que trabajar y desde dónde debemos hacerlo. Aquí tenemos que aprender a gestionar la urgencia de nuestro trabajo.
Vivimos en una sociedad en la que el estrés es la base de nuestra vida, por eso es importante tomarse un respiro tras un duro día de trabajo. Si has estado todo el día delante del ordenador seguramente lo único que te apetece es llegar a casa y tirarte en el sofá. Sin embargo, es necesario hacer actividades diferentes para que tu día no solo se ciña a ir a trabajar y estar en casa. Por eso te presentamos estos cinco ejemplos de cómo disfrutar de un rato de relax después de una larga jornada laboral.
Realizar ejercicio cada día es imprescindible para llevar una vida sana y saludable, con 20 minutos al día bastan para mantenerte, según dicen los médicos. Paseo, running, gimnasio… Incluso se puede hacer una propuesta familiar, los niños bicis y los papás running.
Otra manera de desconectar es yendo a un centro de belleza para que te den un masaje o realizar algún tratamiento de belleza y cuidados corporales. Solo tienes que cerrar los ojos y dejarte llevar por la diversidad de tratamientos que ofrecen muchos de estos centros. Pero esto no puede ser a diario.
El spa es otra idea relacionada con la anterior, pero en esta ocasión no es necesariamente individual, sino que dependiendo del centro o del gimnasio habrá más o menos gente, en vez de darte una ducha rápida en tu casa, puedes disfrutar de un baño en el que poder dejar de pensar en los problemas diarios durante un periodo de tiempo.
Ir de compras es otra manera de despejar la mente y hasta de realizar un poco de ejercicio, pero es necesario que disfrutes haciéndolo, si la compra es parte de la rutina puede aportar estrés.
Por último, ¿a quién no le gusta disfrutar de un afterwork entre amigos? Sin duda es la mejor opción si quieres desconectar.
Cuando cierres la puerta de la oficina, cuando salgas de la puerta de tu trabajo, asegúrate de que has dejado allí todos los problemas y las preocupaciones de la jornada laboral. Aprende a separar tu vida laboral de tu vida privada. Es importante tener un espacio para cada actividad y cada persona en la medida de sus posibilidades y conocimiento sabe donde poner el límite. Separar las actividades permite entregarse con intensidad a cada una de ellas, disfrutar plenamente, y sentir unos niveles de confort personal muy satisfactorios. Otros consejos.