Sabemos que el estrés es malo en muchos sentidos, aunque a veces es difícil no padecerlo. Pero según dice un estudio, las personas que tienen mucha vida social y que no se estresan fácilmente, son al parecer, menos propensas a sufrir demencia.
Nosotros no sabemos si esto es cierto, pero es la conclusión de un trabajo que se publica en la revista Neurology. Al parecer, se ha realizado una investigación a 506 personas mayores sin demencia, estudiando mediante cuestionarios su personalidad y su capacidad para relacionarse con otras personas. En general su estilo de vida y su grado de vulnerabilidad ante situaciones de estrés.
El trabajo dice que aquellos que no se estresaban fácilmente, se mostraban calmados y satisfechos, mientras que los más proclives al estrés presentaban nerviosismo e inestabilidad emocional.
Hui-Xin Wang, del Instituto Karolinska, en Estocolmo, comenta que en estudios anteriores se vio que el estrés crónico puede afectar a diferentes regiones del cerebro y posiblemente desembocar en una demencia, pero en cambio el hecho de ser extrovertido, y tener muchas relaciones sociales, puede reducir ese riesgo.