
La historia de Joan Clotet y Salvador de Tudela es realmente increíble. Una casualidad quiso que Nacho, el hijo de Salvador, se encontrara una alianza en una calle de Barcelona con la siguiente inscripción: Pepe, 14-x-88.
Este pequeño descubrimiento llevó a estas dos familias a buscar a la persona que quiere a Pepe por todas partes: montaron un blog, escribieron a los periódicos, investigaron en el registro civil… Toda una aventura y un proyecto común que les llenó de ilusión e ideas. Como la dueña no aparecía, decidieron darle un giro a su búsqueda y tomaron aquel anillo como un símbolo de todas aquellas personas que han perdido la memoria y no recuerdan qué pasó con su vida.
A partir de ese momento y en colaboración con la Fundación Alzheimer de Cataluña, decenas de personas se unieron a la causa de estas dos familias y empezaron a ceder joyas, anillos y dinero con la intención de ayudar y servir de memoria a aquellos que la perdieron con la enfermedad de Alzheimer.
Ahora, el anillo ha sido subastado y los protagonistas nos cuentan toda su historia en un libro que no se podía llamar de otra manera: ‘¿Quién quiere a Pepe?’ (ed. Empresa Activa) y del que parte de los beneficios irán a ayudar a las personas que tienen esta enfermedad. Les hemos entrevistado… y ¿no te intriga saber si finalmente se ha encontrado a la dueña del anillo?
Un anillo encontrado en el suelo en el momento más inesperado abre una aventura interior en el seno de dos familias. ¿Cómo puede un suceso tan pequeño llegar a convertirse en algo tan grande?
En un principio nació como un pequeño reto a partir de una pérdida con la que nos sentimos identificados. Más tarde, ante la falta de resultados o pistas que nos acercaran a nuestro objetivo, decidimos reorientarlo para sumar intereses y capacidades de otros para ir juntos más allá. Esto es lo que lo hace realmente grande. Nosotros nos sentimos impulsores del proceso y aportamos energía y cierta creatividad, pero algo que motiva a las personas a la acción es una causa noble y la potencia de la ayuda desinteresada de los que la apoyan.
Hay un momento en el libro en el que don Luis le dice a Ángela: ¿realmente crees que el objetivo de Ferran y Miguel era encontrar a la propietaria del anillo? ¿Cómo cambia vuestra vida, qué elementos introduce en vuestra existencia esta historia?
Esta historia fue y está siendo una demostración práctica de que siempre es posible ir más lejos si tenemos la motivación suficiente. Cuando buscamos un objetivo aparentemente inalcanzable nos estamos autoimponiendo a dar lo mejor de nosotros mismos y a desarrollarnos durante el camino. A veces un pequeño detalle nos abre la puerta que inicia un camino y todos los grandes caminos empiezan siempre con un primer paso. El anillo es para Ferran y Miguel un símbolo tangible que representa algo por lo que merece la pena luchar.
El narrador de la historia, don Luis, tiene Alzheimer, pero no he visto una cabeza más lúcida… cada pensamiento que expresa sienta cátedra. Habla mucho del entrenamiento emocional, ¿Nos podéis contar un poco en qué consiste éste para vosotros? ¿Cómo puede uno entrenarse emocionalmente y en qué es fundamental que se entrene para ser feliz?
Don Luis representa la voz de la experiencia y tiene el objetivo y la motivación de compartirla antes de que esta terrible enfermedad le robe sus recuerdos. El entrenamiento emocional se basa en una invitación a equilibrar el tiempo que dedicamos al cuidado de nuestro cuerpo o al desarrollo de nuestro cerebro en favor de prestar algo más de atención a nuestras emociones.
Es algo que no solemos hacer de forma racional pero que de manera muy sencilla podemos poner en práctica cada día. No es necesario pagar ninguna matrícula y sólo necesitamos personas de nuestro entorno como espejos en los que podamos vernos reflejados. Ellos son los que realmente nos ven tal como somos. Desde la persona más cercana y querida hasta un desconocido con el que hemos cruzado unas palabras en un ascensor.
Una mirada sincera, una palabra amable, una franca sonrisa que nadie espera, nos devolverán con creces sensaciones positivas y nos entrenarán para ser más pacientes, más respetuosos, más generosos. Todos estos son valores cada vez más preciados en nuestra sociedad y nuestro libro sólo pretende inspirar y dar algunos ejemplos prácticos y cotidianos para empezar a ponernos emocionalmente en forma hoy mismo. Creemos que podemos ser más felices si intentamos hacer la vida un poco más fácil a los que nos rodean.
Buscáis a la dueña del anillo a través del periódico, de un blog, en el registro civil… pero no hay suerte. Y de repente, la historia gira y ese anillo podría simbolizar los recuerdos perdidos, quizás los de una persona con Alzheimer. Es entonces cuando encamináis vuestros pasos hacia el mundo de esta enfermedad.¿Conocíais de cerca la realidad del Alzheimer hasta que fuisteis a preguntar? ¿Con qué os encontrasteis?
Afortunadamente no hemos tenido casos muy cercanos de familiares o amigos aquejados de esta terrible enfermedad. En cualquier caso es fácil para cualquier persona reflexionar por un momento sobre lo que supone perder gradualmente los recuerdos de toda una vida.
El contacto con la Fundación Alzheimer Catalunya nos permitió conocer a personas fantásticas que trabajan muchas veces en la sombra para informar, orientar y mitigar en lo posible las consecuencias de las enfermedades mentales en los enfermos y sus familiares. Una manera de no olvidar es compartir los recuerdos y esa fue también en parte una motivación para plasmar la historia y sus valores en este libro.
Enseguida vuestra historia llama la atención y se monta una campaña en la que el anillo se subasta y decenas de personas deciden donar una joya, otro anillo perdido, uniéndose a la causa del Alzheimer. ¿Cómo es para vosotros el ver crecer todo ese árbol solidario del que vosotros pusisteis la primera semilla?
Pues una satisfacción muy grande y una demostración de que todos podemos ayudar con un poco de nuestro tiempo y nuestra capacidad. Fue un lujo poder contribuir de una forma original a una causa como ésta, conociendo en el camino a personas fantásticas y comprometidas y redescubriendo la potencia del ser humano cuando trabaja en positivo por un mismo interés.
¿Cómo resumiríais a nivel emocional lo que os ha supuesto esta historia?
Un privilegio que hemos tenido la suerte de vivir pero que está al alcance y creemos que también en la responsabilidad de cada uno de nosotros.
Hay una frase muy bonita en el libro que dice “los que trabajan por salvar recuerdos parecían haberse encontrado en el momento oportuno”. ¿Qué recuerdos os gustaría que las personas con Alzheimer no olvidaran nunca?
Todos podemos olvidar caras o nombres, no hace falta sufrir una enfermedad como el Alzheimer para experimentar lo que supone. Lo que no debería olvidarse nunca son las emociones de lo que hemos vivido. Quizá un día no recuerde como te llamas pero sabré que somos o hemos sido amigos en algún momento de nuestras vidas.
¿A estas alturas, os gustaría encontrar realmente a la dueña del anillo o se “rompería” el hechizo de todo lo que se ha creado alrededor de esta historia? (el trabajo en común, la ilusión familiar, un proyecto por el que esforzarse…)
Sería fantástico conocer finalmente a quien quiere o ha querido a Pepe y estamos seguros de que la motivación de ese logro nos animaría aún más hacia retos mayores. En cualquier caso si nunca aparece, habremos disfrutado y conseguido muchas cosas durante el camino.
¿Cómo habéis imaginado a la dueña del anillo? ¿Cómo os gustaría que fuera la que quiere a Pepe?
En algún momento bromeando hemos pensado en una dama acaudalada que sigue desde el principio todos nuestros pasos y busca el momento oportuno para aparecer en escena con una cuantiosa aportación a la causa.
También es posible que la razón del anillo perdido fuera el desamor entre Pepe y quien le quiso, quien sabe…nosotros preferimos pensar que algún día esta señora puede aparecer para darnos una nueva oportunidad para difundir la labor de los que trabajan a favor de los que olvidan y rematará esta historia para hacerla literalmente memorable para todos los que hemos tenido el privilegio de vivirla de cerca.
¿Queréis añadir algo más?
Pues a riesgo de ser muy comerciales, que hay una forma muy sencilla de ayudar y es comprando el libro, parte de los derechos son en favor de los enfermos de Alzheimer y estamos convencidos de que podemos entretener e inspirar con una historia real, singular, positiva y solidaria.
¿Quién quiere a Pepe? está en facebook y tiene blog.