‘El desorden de los sentidos’, un canto a la vida, la superación y la esperanza

Antonio y Gerardo en Santiago de Compostela
Foto: El desorden de los sentidos/La Maleta

Dos relaciones, cuatro aventureros y un destino: recorrer 800 kilómetros en bicicleta para llegar a Santiago de Compostela. Es lo que narra ‘El desorden de los sentidos’,  mucho más que un documental de viajes: es un canto a la vida, al espíritu de superación y a la esperanza.

Así lo explica su director, Alejandro G. Salgado, sevillano, uno de los fundadores de La Maleta y con un largo recorrido en esto de transmitir emociones a través del visor de una cámara.

‘El desorden de los sentidos’ narra la historia de dos jóvenes, Antonio y Gerardo, y sus respectivos acompañantes, Javier Luque, padre de Antonio , y Javier Pitillas, entrenador, amigo y confidente de Gerardo.

Antonio es cordobés, tiene 14 años y una parálisis cerebral que le impide caminar y comunicarse. Gerardo, por su parte, es gallego, tiene 34 y es sordociego. Pero sus discapacidades, en lugar de haber resultado una barrera para llevar a cabo su viaje, se convirtieron en los engranajes de unas ruedas que desprendían optimismo y alegría a cada pedaleo.

Según Alejandro, ‘fue Javier Luque, que ya había hecho el viaje en varias ocasiones, el guía de este proyecto’ ya que quería que Antonio experimentase nuevos estímulos sensoriales. Así que, cuando este grupo de jóvenes comunicadores conoció la historia, no lo dudó:

Queríamos grabar la realidad, la crudeza, filmar lo positivo pero también lo negativo, aunque fuese duro porque ellos mismos son así, lo que impera es su realidad, llena de esfuerzos pero también de ganas de vivir

Pero ha sido la relación que se estableció entre estos cuatro aventureros la verdadera protagonista de esta historia. Alejandro lo cuenta así:

Me di cuenta de que realmente el protagonista no era la persona con discapacidad ni el padre por ser un padre coraje, sino que el protagonista era la relación que existía entre ellos

Alejandro y demás equipo
Foto: El desorden de los sentidos/La Maleta

En otras ocasiones, narra el director de ‘El desorden de los sentidos’,  Antonio llegó a comunicarse con su padre, algo que jamás había ocurrido. Y también se estrechó, todavía más, la relación entre Pitillas y Gerardo, quienes hablan a través de las manos y han creado una especie de jerga entre ellos.

Por otro lado, Gerardo protegía a Antonio ejerciendo un rol de ‘cuidador’. Le daba masajes, lo acariciaba y lo animaba cuando las fuerzas flaqueaban.

Antonio es un angelito. Tiene una belleza y una mirada que te atrapan, con esos ojos verdes gigantes te quedas embelesado mirándolo. Te da todo lo que te puede dar. Gerardo tiene una capacidad de disfrutar infinitamente grande. Su sentido más desarrollado es el humor

Pero, como en todo camino, existen piedras, obstáculos, barreras y dificultades. ‘Encontrar financiación para un proyecto como éste no fue nada fácil’, nos cuenta Alejandro. Comenzaron recaudando fondos a través del sistema crowfunding pero no fueron suficientes: ‘El resto de financiación fue una locura. Tuvimos que llamar a muchas puertas de asociaciones y no hemos tenido prácticamente ninguna respuesta positiva’

El director de este filme lo tiene claro:

Me ha movido mucho la invisibilidad social, me parece una temática que es necesaria mostrar. A nivel personal y egoísta me enriquece mucho como persona, creo que son experiencias que tienen mucho que decir a la gente

Realmente, esto ha sido lo que les ha movido para luchar contra viento y marea y lograr su objetivo: ordenar la cotidianeidad de Gerardo y Antonio para desordenar los sentidos.

Por tanto, después de un duro año de trabajo y de muchos traspiés, fueron capaces de levantarse y plasmar esta realidad; una realidad diferente, confusa por momentos, pero que quieren seguir retratando porque la invisibilidad social de la discapacidad tiene que desaparecer.