
Si la energía es transversal a la vida de todo el planeta, aunque suene un poco a sueño, sería fantástico que llegara por fin a nuestras vidas su justa democratización y que la sociedad, en verdad, por consciencia y de ‘motu propio’, fuera siempre solidaria y respetuosa con la Tierra.
Este es el deseo de ‘Amigos de la Tierra’ y ‘Ecooo’, que han firmado un convenio con la intención de difundir una iniciativa entre sus socios, simpatizantes y cualquier persona interesada. La han bautizado como ‘Desobediencia solar’.
Aunque el nombre insinúa de por sí mucho y a pesar de que nuestra labor no es sembrar la polémica, no queda otra que reseñar este proyecto por cuánto coincidimos en esa idea de que como consumidores tenemos la sensación de que las compañías crean acuerdos entre sí para que no nos baje nunca de un mínimo el recibo de lo que sea. En serio, parece que acuerdan los mínimos, aunque no sea en realidad cierto, pero es doloroso, para cualquier trabajador de a pie, de sueldo medio bajo (por no mentar los que no tienen a estas alturas ni sueldo y están en paro), rascarse el bolsillo y encajar sin enojo y alegremente, con gusto por justo, un recibo de luz o de gas o de agua, pongamos por caso.
Y es que entre impuestos y precios desorbitados estamos pagando a precio de oro lo que nos venden como bienes esenciales porque, no nos engañemos, nos hemos creado una necesidad y, en realidad, nos hacen llevar un estilo de vida que no es necesario, pero del que no podemos bajarnos a no ser ya por necesidad pura y dura o porque el vecino de al lado no se piense que estamos locos o somos unos tacaños.
Aún recuerdo cuando, de niña, en mi casa del centro de Madrid se calentaba una el comedor a fuerza y fiereza de una sencilla estufa de butano. Y éramos felices. Hoy mi casa tiene que estar a 23 grados como si fuera obligatorio o como si tuviéramos que estar sujetos a la fuerza a un nuevo estándar de calidad de vida que, de algún modo, entre tanto anuncio y tanta competencia crean los proveedores de energía para nosotros.
Bromas aparte, y disculpándome por el inciso, lo que realmente buscan estas dos organizaciones con su iniciativa es la promoción de forma práctica de las energías renovables descentralizadas y, de ese modo, me explican, ofrecer a la ciudadanía la oportunidad de fomentar energías limpias en manos de la gente. ¿No suena bonito? Ellos, los ‘Amigos de la Tierra’ y los de ‘Ecooo’, dicen que de lo que se trata, “en definitiva”, es de “liberar al Sol”. Hermoso gesto, hermosa gesta.
Y para realizar, es decir, para que comience a ser real su sueño en la propia realidad, una planta fotovoltaica de 20kW de potencia nominal emplazada en Sisante (Cuenca), ha pasado a denominarse ‘Huerta solar’. Apropiado. Y es que, parece ser, la intención de la ONG es:
Apoyar una nueva cultura de la energía basada en el ahorro, en la eficiencia y las renovables, que permita que la producción de energía autóctona y limpia esté en manos de la gente, y no de las grandes empresas
Así lo manifiesta vehementemente, Liliane Spendeler, directora de Amigos de la Tierra. Y es que, no hay duda de que tal y como apuntan estos ecologistas, el actual sistema energético del estado español depende, principalmente, de combustibles fósiles que proceden del exterior y que, por si fuera poco, “nos debilitan económicamente año tras año y provocan el agravamiento del cambio climático”, sostienen. Animemos por ello a todo el mundo a arrimar el hombre a solidarizarse con el bolsillo de los ciudadanos, en lugar de consentir tanta insolidaridad ecológica.
Me cuentan desde la ONG verde que precisamente mientras siguen esperando a que el Gobierno saque adelante un Real Decreto para el fomento del Autoconsumo y el Balance Neto, han decidido ponerse en acción, como beligerantes que son, y, en este sentido, ya ofrecen, como os decía al principio, a socios, activistas y simpatizantes y, por supuesto, a cualquier persona descontenta con el actual modelo de “oligopolio”, subrayan, la posibilidad de convertirse en “copropietario” junto a otras personas de dicha planta solar (a partir de 100 euros). No te quedes sin leer los detalles de esta vanguardista iniciativa en la que se te invita a convertirte en copropietario de la huerta solar.
La misma Liliane Spendeler justifica la iniciativa y la movilización de participar en este proyecto como:
Una excelente manera de empezar a ‘avanzar energéticamente’
De hecho, lo que hay que hacer para saber de qué hablan los componentes de estas entidades, tal y como ellos mismos animan e invitan, es visitar la página web de la ‘Huerta Solar’ para que conozcáis “de primera mano” las bondades de la iniciativa. Por su parte, Cote Romero, directora de Ecooo, aclara y defiende que esta desobediencia solar que han firmado con ‘Amigos de la Tierra’ es:
Un nuevo paso más en el empoderamiento de la ciudadanía sobre un elemento que, como la energía, es transversal a la vida de todo el planeta
Por eso, continúa la directora de ‘Ecooo’:
La desobediencia solar es un paso de coherencia que completa la protesta con propuestas. Cada vez que llenamos nuestro consumo de ética desobedecemos la inercia depredadora de las grandes eléctricas
Está claro que hoy nos ha tocado ponernos un poco críticos, pero es que dada nuestra vocación por salvaguardar el medio ambiente y difundir iniciativas ecológicas y que conciencien nuestras modernas mentes y conciencias despilfarradoras, no podíamos pasar por alto el reseñar este sueño que parece imposible.
Sin embargo, apostamos hoy también nosotros por ese sueño que parece utópico y que, ciertamente, sería fantástico poder vivir. Me refiero a esa tan justa democratización de la energía y que la sociedad, en verdad, por consciencia y, lo dicho, de ‘motu propio’, fuera siempre solidaria y respetuosa con la Tierra. Porque la energía, ciertamente, sí es transversal a la vida de todo el planeta.