Sus edades oscilan entre los 6 y 45 años, pero a pesar de la diferencia de edades tienen un mismo sueño: ser artistas profesionales a pesar de su discapacidad intelectual y están en el camino de lograrlo pues forman parte del grupo de primeros alumnos de la Academia de Talentos que apoya Fundación MAPFRE con la Asociación Miradas Compartidas.
Más de 200 personas con esta iniciativa aprenderán a ser actores, cantantes y bailarines profesionales, así como a integrarse en la sociedad y mejorar su calidad de vida
La Academia de Talentos, que tiene previsto extenderse a toda España durante los próximos años, realiza una selección de los mejores alumnos a través de un cásting, donde cerca de 10 profesores de la Asociación Miradas Compartidas, entre ellos dramaturgos, directores de teatro, guionistas, coreógrafos, sopranos, actores y escritores, comprueban las actitudes y aptitudes de los interesados.
Después de la selección les preparan artísticamente a través de distintos talleres –música, danza, teatro, literatura, y educación física, entre otros-; y completan esta formación a través de una puesta en escena que les permite participar en obras de teatro, musicales y conocidos programas de televisión, así como encontrar trabajo.
Gracias a la formación que reciben estas personas, pertenecientes a dos centros madrileños especializados en este colectivo –Fundación Carmen Pardo Valcarce y Fundación APROCOR-, los alumnos de la Escuela de Talentos también aprenden a mejorar su capacidad de comunicación y a identificar sus propias emociones; se preocupan por su cuidado y apariencia personal; mejoran su salud a través de la incorporación de nuevos hábitos de higiene, alimentación y ejercicio físico.
En definitiva, se trata de que estas personas aprendan a aceptarse, a desarrollar habilidades sociales que les permitan ser autónomos, y consigan una calidad de vida mejor que la tenían antes de participar en esta iniciativa.