Un índice para medir el riesgo de desertificación

A partir de ahora se podrá medir la desertificación, crear mapas de riesgo e identificar las zonas más amenazadas del mundo. La idea nace de un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Por lo visto, el método del CSIC es aplicable a distintas zonas del planeta, pero resulta especialmente apropiado para aquellas zonas áridas. La investigación se enmarca dentro de un proyecto europeo para el diagnóstico de la desertificación y la creación de sistemas de alerta temprana mediante teledetección.
   
El índice ha sido probado en la Sierra de Gádor (Almería) y, según el organismo, usado de forma continua a lo largo del tiempo, permite crear mapas de riesgo, obtener tendencias temporales de degradación e incluso evaluar el efecto de la desertificación sobre el ciclo hidrológico. Además, en el caso de que ésta afecte a grandes territorios, podría contribuir a evaluar sus efectos sobre el clima.
   
Hasta ahora, los índices de degradación se basaban sobre todo en la densidad de vegetación, una variable difícil de estimar mediante teledetección en zonas áridas donde la cobertura vegetal es muy baja. El nuevo índice, que también se está probando en Senegal, China, Marruecos y Chile, se basa en los ciclos hidrológico y energético, y en el uso del agua por parte del ecosistema.
   
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino sostiene que más de dos tercios del territorio español se encuentra potencialmente afectado por la degradación. Mientras, Naciones Unidas asegura que una tercera parte de la superficie terrestre estaría amenazada por la desertificación.