En la región de Cataluña hay aproximadamente 3.600 plantas diferentes. De ellas, 199 están amenazadas y 126 son endémicas (exclusivas o casi, a escala mundial) de esta comunidad autónoma.
Del total, 37 especies presentan un riesgo serio de extinción. Este es el resultado principal al que se ha llegado gracias a los trabajos para elaborar el Libro rojo de las plantas vasculares endémicas y amenazadas de Cataluña, una obra de Lloren Sáez, Pere Aymerich y Cèsar Blanché, que han contado con la aportación de informaciones de más de 120 personas y con el apoyo del Instituto de Estudios Catalanes, de la Institución Catalana de Historia Natural, del Instituto Botánico de Barcelona y del Departamento de Medio ambiente y Vivienda.
El Libro Rojo considera como plantas endémicas de Cataluña las que existen sólo en este territorio o bien tienen más de la mitad de su población mundial. Siguiendo este criterio, la concentración máxima de plantas endémicas se encuentra en el Pirineo oriental, en especial en el eje de montañas que va desde la Sierra del Cadí hasta el Puigmal.
Otra zona bastante rica en endemismos es el macizo del Port, en las Terres de l Ebre. La mayor parte de las plantas endémicas de Cataluña se encuentran dispersas por áreas bastantes grandes (de unos cuantos de miles o centenares de kilómetros cuadrados), son relativamente abundantes (tienen poblaciones de decenas o centenares de miles de individuos) y no están amenazadas, pero no es así en todos los casos.
Algunas sólo se encuentran en áreas muy limitadas, donde no resultan especialmente raras, como es el caso de Polygala vayredae (exclusiva del valle del Bac en la Garrotxa), de Saxifraga genesiana (que se encuentra en contados lugares del Montseny y las Guilleries), de Saxifraga catalaunica (que vive en Montserrat y Sant Lloren del Montón) o de Antirrhinum pertegasii en el macizo del Port.
Con todo, la gran mayoría de las 199 plantas amenazadas en Cataluña no son endémicas, sino que tienen una distribución mundial amplia y, a menudo, incluso son abundantes más allá de los límites administrativos de cataluña. Se trata en general de plantas que en Cataluña se encuentran al límite de su área de distribución mundial o que son propias de hábitats que a escala local son muy raras o han sido destruidas.
Estas plantas amenazadas se localizan sobre todo en las comarcas costeras, en un pequeño sector de la llanura de Lleida, en los Puertos de Tortosa y en un área del Pirineo central.