
El Cuerno de África está viviendo actualmente una grave crisis humanitaria: todos los indicadores han sobrepasado el umbral de la emergencia y la totalidad de los actores de la región están en alerta.
La sequía que afecta a Djibouti, Etiopía, Kenia y Somalia amenaza directamente a más de 8 millones de personas que necesitan ayuda urgente.
En Somalia, la situación es especialmente preocupante y empeora de día en día. Acción contra el Hambre, una de las pocas organizaciones todavía presentes en el país, alerta del sufrimiento de la población y hace un llamamiento a la sociedad civil para que apoye su intervención de emergencia.
En esta país, más de 2,85 millones de personas, es decir, más de un tercio de la población del país, necesitan ayuda humanitaria. La ausencia de lluvias el año pasado y precipitaciones de un 60% inferiores a la media habitual este año han diezmado el ganado y mermado duramente las cosechas.
El aumento del precio de los alimentos ha agravado un poco más la situación y aumentado la vulnerabilidad de la población en todo el país. Los alimentos básicos han subido hasta un 50% en un año, por lo que las familias ya no pueden procurarse su única comida diaria y el país se hunde en una grave crisis alimentaria. Actualmente, uno de cada tres niños padece desnutrición aguda en algunas zonas del país.
Conflictos y sequía han provocado importantes desplazamientos de la población. La Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria (OCHA, por sus siglas en inglés) estima que 1,46 millones de somalíes se han desplazado para huir de los combates y de las sequías. Privados de sus medios de subsistencia y viviendo en condiciones extremas, las familias están extenuadas.
El 80% de la población vive en zonas inaccesibles a la ayuda humanitaria y los más vulnerables tienen que desplazarse para aumentar sus esperanzas de sobrevivir. Desde comienzos de 2011, ya son 100.000 las personas que se han desplazado en el interior del país y más de 60.000 a países fronterizos. Kenia aloja el mayor número de somalíes, de los que 300.000 en el campamento de Dadaab, en el noreste del país, y la situación empeora ya que desde el 19 de junio están llegando 1.300 desplazados adicionales cada día según ACNUR.
Jens Opperman, Jefe de Misión de Acción contra el Hambre en Somalia nos informa:
“Las familias han caminado días, semanas. Lo han dejado todo, llevando consigo sólo lo que su fuerza les permitía y llegan en un estado de debilidad física y de desesperación como nunca habíamos visto”.
Los equipos de Acción contra el Hambre se han movilizado más que nunca para responder a la emergencia y trabajan actualmente en la búsqueda de fondos para financiar una respuesta adaptada a una crisis de tal amplitud. Además, la ONG hace un llamamiento a la sociedad civil para responder a las necesidades humanitarias crecientes y para asegurar servicios básicos, como el acceso al agua, a alimentos y a condiciones higiénicas suficientes, a estas poblaciones.