¡Qué preciosidad estos bebés tortuga de la foto! Son 14 de las 100.000 tortugas marinas que han soltado en El Salvador recientemente con el objetivo de provomer su reproducción. Como no podía ser de otra manera, en la iniciativa participa Obra Social de Caja Madrid, pero también Ayuda en Acción y la Fundación Biodiversidad.
¿Y por qué la suelta de ejemplares se realiza en este país centroamericano? Pues porque resulta que siete especies de tortuga marina que existen en el mundo visitan las costas salvadoreñas para anidar y, por ello, las entidades mencionadas están trabajando para proteger y recuperar la tortuga marina en la Bahía de Jiquilisco.
Hasta la fecha, como digo, se ha liberado a más de 100.000 crías, evitando el saqueo y venta de los huevos, común en la zona a pesar de su prohibición. Especies como la Baule, la Golfina, la Prieta y la Carey pasan por allí para anidar, pero los saqueos y el consumo humano de estos huevos empiezan a hacer mella en la población de tortugas.
Por eso, hace ya un año, Ayuda en Acción, Obra Social de Caja Madrid y Fundación Biodiversidad iniciaron este proyecto de protección y recuperación de la tortuga marina en la Bahía de Jiquilisco, que consiste en sensibilizar a la población, fortalecer sus capacidades y, además, construir un centro de interpretación y cuatro corrales de incubación para las tortugas. El resultado de este trabajo se puede medir con este nada desdeñable número neonatos de tortuga marina liberados hasta hoy.
Otro resultado positivo del trabajo de conservación de la tortuga marina son las visitas de las tortugas Baule para anidar. Esta especie está en peligro crítico de extinción y es raro verla anidando en la Bahía de Jiquilisco. Xiomara Henriquez, técnica en biodiversidad en el área de desarrollo de Jiquilisco cuenta:
“Fue emocionante haber visto a una tortuga Baule de dos metros de longitud anidando 72 huevos que ya se están incubando en el corral”.
El trabajo de sensibilización ambiental se llevó a cabo en diez escuelas de la zona, se prepararon varias actividades que incluyeron proyecciones de cine y vídeo, lecturas, obras de teatro y concursos para más de 600 niñas y niños. Se organizó también una liberación de tortugas con estudiantes de los centros escolares de las comunidades donde se ubican los corrales de incubación.
Y es que la conservación de la tortuga marina, aparte de potenciar la biodiversidad, es también importante en la promoción del ecoturismo en la zona, a fin de que puedan generarse posibilidades de ingresos para la población de la Bahía de Jiquilisco, protegiendo y haciendo un manejo responsable de los recursos naturales.