
“El hombre rural es el auténtico custodio y garante de la conservación de nuestros espacios y especies, de nuestra extraordinaria biodiversidad, del paisaje, y de nuestras tradiciones y cultura”. Así lo ha manifestado la directora general de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente (FFRF), Odile Rodríguez de la Fuente.
Resulta que la fundación ha recorrido 11 ciudades españolas, desde julio de 2010, para explicar a los agricultores y ganaderos cómo otorgar a sus productos un valor ambiental que los diferencie. Y en este sentido, Rodríguez de la Fuente ha añadido en León que es fundamental que:
“la sociedad reconozca el servicio que le aportan los hombres y mujeres que habitan en el medio rural y contribuya a mantenerlo económicamente, ya que reporta un bien general para todos”.
Por lo visto, según la directora general de la fundación, la única conservación medioambiental efectiva a largo plazo, será la que quede integrada en las actividades económicas del hombre, “lo que generará además un beneficio social”.
Con el objetivo de impulsar este tipo de conservación, la FFRF ha mostrado a los emprendedores del sector agrario de cada ciudad cómo hacer sus productos más competitivos, a través de las medidas agroambientales de la PAC (Política Agraria Común), que son, contratos voluntarios entre los trabajadores y las administraciones públicas que permiten a los primeros percibir una compensación económica por realizar prácticas “aparentemente” menos rentables en términos comerciales, pero que ayudan a conservar la biodiversidad.
Y es que parece ser que los principales problemas que afectan a la explotación de los recursos naturales españoles son la falta de comunicación y de estrategias de desarrollo comunes entre actores del ámbito rural-natural y la escasa información que recibe la sociedad acerca de la relación entre las actividades económicas y la conservación de la biodiversidad.
Por otra parte, Rodríguez de la Fuente ha comentado que otros retos a los que se enfrenta nuestro sector agrario son el desconocimiento de las herramientas que permiten incorporar la biodiversidad como un valor añadido a las actividades económicas; el despoblamiento y desertización del ámbito rural-natural del territorio español y la pérdida de recursos naturales, generada por el abandono de sistemas productivos, como consecuencia de las actuales políticas agrarias y de mercado.
Para solventar estos problemas, la única solución a medio y largo plazo que Odile Rodríguez de la Fuente considera eficaz es “reforzar el vínculo entre el hombre y la tierra y contribuir a que la sociedad comprenda la importancia de la actividad de los pobladores del medio rural-natural”.
En este sentido, la directora general de la FFRF ha concluido que:
“Se debe dotar a las zonas rurales de medios para que generen su propio desarrollo y se conviertan así en un lugar más atractivo para vivir y trabajar, que atraiga a personas de todas las edades y se invierta así el proceso de envejecimiento y despoblación que sufren en la actualidad”.