
En el mes de mayo, una de las patrullas de la Fundación Oso Pardo (FOP) -financiadas por Obra Social Caja Madrid– rescataban a una osa herida en las montañas de Asturias. Afortunadamente la historia, hasta ahora, ha tenido un final feliz.
Los hechos sucedieron a principios de abril, cuando una de las patrullas de la FOP que realizaba su trabajo habitual de prospección y rastreo de osos en un monte del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias (Asturias) localizó un ejemplar joven herido, con dificultades para desplazarse. De manera inmediata se dio aviso al Principado de Asturias, que coordinó un operativo de rescate en el que participaron también los técnicos y vigilantes de la FOP.
El animal, una hembra de aproximadamente 16 meses de edad, se encontraba muy debilitada y con distintas heridas en la cadera e ingles, producidas al parecer por otro animal -seguramente un oso adulto-.
Una vez capturada, y tras la primera exploración y las primeras curas de campo, fue trasladada a un centro de recuperación, para proceder a su tratamiento. El proceso de recuperación fue rápido, por lo que el 19 de agosto, una vez establecido el protocolo para su devolución a la naturaleza, la osa fue reintegrada al medio natural en una zona cercana donde fue encontrada, en el Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.
La colocación en el cuerpo de la osa de un crotal, un equipo radioemisor adherido al pelo y un collar con dispositivo GPS está permitiendo su seguimiento continuo, en el que participan la guardería del medio natural del Principado y tres vigilantes de la FOP bajo la coordinación del Principado de Asturias. Hasta el momento, los datos recogidos indican un comportamiento normal del animal.
El papel de las patrullas de vigilantes de la FOP, financiadas por la Obra Social Caja Madrid, y de la Fundación Biodiversidad, ha sido una vez más determinante para la conservación de la especie en la Cordillera Cantábrica.