Si hay alguien cuya experiencia es pionera en el campo de la etología (o ciencia del estudio del comportamiento de los animales) es Jane Goodall. Por eso, si te interesa el tema puedes acercarte al Foro de la Biodiversidad hasta el 29 de mayo y empaparte de la trayectoria vital y profesional de esta reconocida investigadora y naturista inglesa.
Hablo de la exposición titulada ‘Jane Goodall y los chimpancés de Gombe’ que, a través de 24 paneles ilustrativos con un buen número de fotografías, recorre cincuenta años de la carrera de la primatóloga que, como muchos sabréis, ha realizado algunos de los hitos más relevantes en el campo de la etología.
¿Y dónde comenzó la trayectoria de esta famosa investigadora? Pues en 1960. Cuando sólo contaba con 26 años. Fue entonces cuando Goodall pisó por primera vez la Reserva de Gombe, Tanzania, para iniciar su estudio sobre chimpancés salvajes. Y hoy en día, cincuenta años después, la investigación continúa y ha logrado ser la generadora de uno de los estudios de campo más prolongados que ha permitido descubrir datos antes desconocidos.
Gracias a su trabajo, hoy sabemos que los chimpancés son capaces de fabricar herramientas para atrapar termitas (y que ese aprendizaje se transmite de generación en generación) o que es una especie tan territorial que llega incluso a planificar verdaderas guerras en contra de aquellos que intenten invadir su espacio.
Pero ya hemos hablado alguna vez de Jane Goodall. Recordaros que en 1977 fundó el Instituto que lleva su nombre, que hoy en día cuenta con oficinas en 27 países, y que además de dedicarse al estudio del comportamiento animal, también participa en campañas de conservación, sensibilización, educación y divulgación ambiental.
Respecto a los chimpancés un dato curioso. Resulta que a principios del pasado siglo XX se sabía que existía una población de unos dos millones de chimpancés salvajes repartidos en 25 países africanos. En la actualidad ese número se ha reducido drásticamente a poco más de doscientos mil ejemplares en una veintena de naciones. ¿Y qué ha pasado? Pues que, entre otras cosas, la deforestación desmedida ha destruido su medio, así como la cacería ilegal o la captura de ejemplares como animales de laboratorio o para la industria del espectáculo. Acabáramos.
Pero centrémonos en la exposición. Varios de los paneles que podréis observar advierten sobre comportamientos observados en los chimpancés que sorprenden por su cercanía con rasgos que se pensaban exclusivamente humanos. Por ejemplo, Goodall y su equipo determinaron con su método de observación que en estos animales, al igual que en los humanos, los vínculos entre madres e hijos pueden durar toda la vida, a diferencia de otras especies donde el momento del destete o la independencia alimenticia marca una escisión definitiva. Cuanto menos curioso, ¿no?
Os veo en Sevilla, que es donde está ubicado el Foro de la Biodiversidad.