Lo que parecía hace años una utopía se ha convertido en una realidad que cada día gana más adeptos. La sociedad comienza a implicarse en la defensa del medio ambiente. Tanto es así que las solicitudes para ayudas en energía renovable se han incrementado notablemente. Sin duda una buena noticia que pone por fin en valor a nuestros ecosistemas.
Comunidades, como La Rioja, Navarra o Murcia, entre otras, son claros ejemplos de cómo está creciendo notablemente el uso de nuevos métodos para beneficiarse de nuestros ecosistemas de forma responsable y respetuosa.
Ejemplo de ello, son las 18 solicitudes de ayuda para el aprovechamiento energético de biomasa en la región riojana, que han aumentado de 25 en 2010 a 72 en 2011, y en su mayoría corresponden a pymes que instalarán calderas de combustión de alto rendimiento en granjas, hoteles, bodegas y explotaciones agrícolas.
Hasta el 14 de octubre los interesados en la utilización de las llamadas energías limpias, entre los que figuran particulares, pequeñas y medianas empresas y ayuntamientos, podrán ejecutar y justificar las subvenciones.
Desde que se comenzaron a dar estas ayudas en el año 2003, se han financiado 170 instalaciones en España, un dato poco menos que alentador, que refleja un comportamiento medioambiental de la sociedad y un interés por el ahorro que se consigue con el establecimiento de nuevas fuentes de abastecimiento energético autóctonas.