
El enfoque exclusivamente basado en el aumento de producción de alimentos para erradicar el hambre ha cambiado y ahora se otorga más importancia a la nutrición y su mejora. Se trata de un cambio de orientación que Acción Contra el Hambre demandaba desde hace ya unos años, por lo que recientemente felicitaba a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por el cambio de foco en este año 2013.
Actualmente, existen en el mundo 870 millones de personas que pasan hambre, mientras que con la producción agrícola mundial podría alimentarse dos veces a toda la población existente, según los datos oficiales de la agencia de la ONU.
Por ello, ante los datos presentados recientemente por la FAO, el director técnico de Acción contra el Hambre, Amador Gómez, explicaba lo siguiente:
Frente a un sistema alimentario globalizado, debemos seguir avanzando en un enfoque de sistemas alimentarios locales sensibles a la nutrición. El aumento de la producción no debe ser el único objetivo de la agricultura: ésta tiene un papel muy importante también en la incorporación de aspectos nutricionales como la producción de cultivos locales con alto valor nutricional y el fomento de la biodiversidad frente al monocultivo
Conseguir mejores prácticas alimentarias se sitúa como punto clave para acabar con el hambre en nuestro planeta. Estar bien nutrido no depende sólo de una cosa, sino de una gran variedad de factores, entre los que pueden primar por encima de de la agricultura y el sistema alimentario el agua potable, la lactancia materna, la asistencia sanitaria primaria o la educación básica, entre otros muchos.
Asimismo, el director general de la ONG, Olivier Longué, destacaba como muy positivo que las Naciones Unidas se den cuenta también de lo caro, además de injusto, que resulta la existencia de desnutrición, así como el desastre que refleja en el desarrollo mundial económico. De hecho, añadía que Acción Contra el Hambre está segura de lo siguiente:
Los países que están apostando por el fomento de la nutrición y por la incorporación del diagnóstico, prevención y tratamiento de la desnutrición en sus sistemas de atención primaria sanitaria verán a medio plazo un impacto muy positivo en su Producto Interior Bruto
No sabemos hasta dónde llegarán las nuevas medidas y propósitos, ni si de verdad lograremos paliar la lacra que el hambre supone para millones y millones de personas. Pero, sin duda, esperamos que así sea y que, aunque sea poco a poco, logremos acabar con las desigualdades tan enormes que existen y contemos todos con los mismos derechos en nuestro día a día.