Violetta enseña a los menores a navegar seguros

La cantante Violetta, en el video de Disney sobre seguridad en Internet

El 53% de los padres con hijos de 4 a 9 años que se conectan a Internet considera que es pronto para empezar a preocuparse por el uso que los menores hacen de la red. Y el 58% de los padres con hijos de entre 10 y 12 años no manifiesta ninguna inquietud sobre el uso que los niños hacen de Internet. ¿Te sorprende?

Son algunos de los datos que se desprenden del estudio ‘Padres: de la preocupación al desconocimiento sobre la realidad digital de los hijos’, que han elaborado la ONG Protégeles y la compañía Disney.

En la misma línea de concienciación con la que se ha hecho este estudio, The Walt Disney Company España y Portugal ha realizado un video protagonizado por la actriz Martina Stoessel y el resto de actores de la serie infantil ‘Violetta’, para prevenir a los menores de los riesgos que implica el uso de las nuevas tecnologías.

Respecto a las principales inquietudes de los padres que sí las tienen, el acceso a contenidos inapropiados aparece en el primer lugar del ranking, por ser una cuestión citada por el 54% de los consultados en el estudio. A un 22% de progenitores les preocupa más el contacto que sus hijos puedan establecer con personas desconocidas a través de Internet, a un 19% los riesgos de una posible adicción y para un 8% el ciberacoso es la preocupación principal.

Ante estos resultados, proteger a los menores y fomentar la seguridad en el uso de las nuevas tecnologías se ha convertido en cuestión prioritaria para las organizaciones que están tras la elaboración de este estudio. Según el presidente de ‘Protégeles’, Guillermo Cánovas:

Los padres no muestran preocupación por situaciones como el ‘ciberbullying’, uno de los principales problemas… el 95% de los padres cree que sus hijos no han sufrido ninguna situación de acoso

El estudio también aborda cuestiones como la poca preocupación que muestran los padres por formarse con el objetivo de atajar estos problemas, las dificultades de comunicación por el hecho de que sus hijos extrapolen el lenguaje virtual a la vida ‘off line’, o la necesidad de que las aplicaciones y redes sociales garanticen un mínimo de seguridad, sin vulnerar la intimidad de los usuarios.