La calidad de los alimentos que consumimos depende de las sustancias con las cuales están en contacto, es por eso que me parece importante contarles que el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) recientemente incluyo nueve químicos peligrosos a su lista de sustancias prohibidas que se conocía como “docena sucia” o Convención de Estocolmo.
Las nuevas sustancias prohibidas incluyen insecticidas hexaclorociclohexano alfa y beta, la clordecona y los plaguicidas lindano y pentaclorobenceno, todos son Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), que se encuentran entre los productos o desechos más peligrosos fabricados por el hombre y causan o son sospechosos de causar muerte, enfermedades y malformaciones congénitas.
El director del PNUMA Achim Steiner celebró el acuerdo que fue alcanzado por 160 representantes de naciones en Ginebra:
«Ésta es una clara señal de que los gobiernos en todo el globo toman en serio los riesgos provenientes de este tipo de sustancias tóxicas«.
Las nueve sustancias consideradas especialmente peligrosas para los niños son los insecticidas hexaclorociclohexano alfa y beta, la clordecona y los plaguicidas lindano y pentaclorobenceno.
Los componentes químicos conocidos como hexaclorocicloxeanos HCH no se producen directamente sino que quedan como residuos del lindano, sustancia que ya se fabrica en muy pocos países.
Además integran la lista a partir de ahora el perfluorooctosulfonato, empleado para proporcionar resistencia a la grasa, el aceite y el agua a materiales como productos textiles, alfombras y papel, además del éter de hexabromodifenilo, el de tetrabromodifenilo y el hexabromobifenilo, usados como pirorretardantes.
Patricia Cameron, de la organización ambientalista alemana BUND dijo sobre los químicos que:
«Los retardantes de llama bromados y los químicos fluorados están presentes en muchos productos como en los artículos de electrónica, colchones y textiles. Estas sustancias causan daños crónicos y de larga duración, también en la generación siguiente, lo que plantea naturalmente un problema especial por su parte las sustancias ignífugas, por ejemplo, son sospechosas de incidir en el sistema nervioso y producir cambios de conducta. Los compuestos fluorados atacan la fertilidad «y también causan cáncer».