Honoris causa rozando la centuria

Rita Levi-Montalcini, Premio Nobel de Medicina 1986, ha sido investida doctora «honoris causa» por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en acto presidido por el rector de la entidad, Carlos Berzosa. A sus 99 años, asombró a propios y ajenos con su lucidez y su palabra a favor de los desfavorecidos.

Ha pedido a la sociedad civil y a los  gobiernos «un esfuerzo de solidaridad y colaboración internacional», ya que «es necesaria una acción común para la  salvación del planeta».
  
«Por lo tanto, hay que considerar como una obligación moral de todos nosotros, tanto como seres humanos y más aún como científicos y educadores, asumir este deber, incluso a costa de tenernos que enfrentar con intereses contrarios, dictados por los tradicionales grupos de influencia vinculados con el poder», señaló la Nobel en su discurso.

Añadió que la intervención más urgente «a comienzos del tercer milenio, en los países del Sur del mundo, afligidos por la pobreza, el hambre y por las enfermedades epidémicas en continuo aumento, es garantizar el derecho a la educación».
  
«Se calcula que los adultos analfabetos son en el mundo unos 880 millones. Para esta enorme cantidad de desheredados, no será fácil salir de su propia condición de pobreza y explotación. No se puede infravalorar la gravedad de esta situación y es imperativo, por parte de quienes viven en condiciones privilegiadas, favorecer las oportunidades para un desarrollo igualitario y autónomo de los países pobres», explicó la doctora.
  
Pero no sólo es palabra lo suyo. Junto a su hermana gemela Paola, creó la Fundación Rita Levi-Montalcini Onlus, en 1996, entidad que ha concedido unas 6.000 ayudas económicas para la instrucción de niñas y mujeres jóvenes  seleccionadas por organizaciones religiosas y laicas que  trabajan en las comunidades locales de África.  
  
Todo un referente en el colectivo de personas mayores; todo un ejemplo para los jóvenes.