Más del 80% de los niños del mundo han sido víctima de violencia a través de castigos físicos humillantes, un tercio de los cuales resulta en lesiones graves, según Unicef. Este dato se extrae del informe hecho público reciente por Save The Children, bajo el título: ‘Más allá de los golpes: ¿Por qué es necesaria una ley?’
Hoy conmemoramos el Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión, una fecha instituída por la ONU el 19 de agosto de 1982 en un período extraordinario de sesiones de emergencia sobre la cuestión de Palestina. En aquella cita, la Asamblea General adoptó esta decisión, “consternada ante el gran número de niños palestinos y libaneses que han sido víctimas inocentes de los actos de agresión de Israel”.
El propósito del día es reconocer el dolor que sufren los niños en todo el mundo que son víctimas de maltratos físicos, mentales y emocionales. ¿Sabías que solo un 2,4% de niños en el mundo están protegidos jurídicamente contra el castigo físico y humillante, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)?
Este organismo define la violencia contra la infancia como:
Toda forma de perjuicio o abuso físico, mental o emocional, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluído el abuso sexual
Tal vez hasta ahora no sabías que la mayoría de los actos violentos contra los niños son, según Save The Children, cometidos por personas cercanas, como padres, parejas o compañeros de clase, según la OMS.
Y en una fecha como hoy, también te contamos que se estima que el 20% de las mujeres y el 10% de los hombres son víctimas de abusos sexuales durante la infancia. Además, unos 5,7 millones de niños trabajan en condiciones de esclavitud o servidumbre en el mundo, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La violencia contra la infancia en el mundo sigue siendo una realidad, cuando sabemos que según Naciones Unidas, 1,8 millones de niños y niñas son explotados en la prostitución y la pornografía; y 1,2 millones son víctimas de las redes criminales de trata en todo el mundo. En España se identificaron más de 1.300 víctimas en 2010.